La fiesta del campeón
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Lunes 20 diciembre, 2010
La fiesta del campeón
Cómo sufrió Oscar Ramírez, pero cómo disfrutó. El entrenador de Liga Deportiva Alajuelense gestó desde hace seis meses esta temporada. No dejó nada al azar y obtuvo los réditos.
Cinco años de dardos venenosos y ácidas críticas llegaron a su final de la mano del “Machillo”, quien desde la línea lateral gestó el regreso a la gloria de la Liga Deportiva Alajuelense.
“Estoy muy agradecido con los muchachos por todo el apoyo, a los aficionados por el apoyo total ya que el partido se puso complicado y nos ayudaron. Ha sido muy duro, he tenido que luchar con la sombra de haberme ido de la institución, pero con el apoyo de todos salimos adelante y la ayuda de Dios”, dijo, en las escasas manifestaciones el nuevo entrenador campeón nacional.
Y es que Ramírez vivió el juego en toda su intensidad, pasó parado al lado de la línea, se movió, gesticuló y ni la fuerte lluvia que cayó al inicio del segundo tiempo lo inmutó. Allí, bajo la lluvia labró la celebración.
“En los últimos momentos sentí que esto se nos iba de las manos, pero los muchachos no desmayaron y salimos campeones”, celebró, eufórico, como pocas veces se le ve, Oscar Ramírez.
Mientras que Cristian Oviedo, encargado de anotar el último penal manudo, dijo que “me han apoyado mucho en todo el año, han sido cinco años de sufrir, tengo derecho a celebrar. Este es el premio al trabajo fuerte de todo el año”.
Oviedo, pese a ser líder del cuadro rojinegro, capitán en varias facetas, es la primera vez que tiene la posibilidad de celebrar un título, tras haber perdido cinco finales con Herediano y la Liga.
Por su parte Patrick Pemberton, quien le tapó el lanzamiento de penal a Erick Sánchez y se ganó la simpatía de los seguidores rojinegros, expresó que “fue muy difícil, muy duro. Hace dos años la suerte me dio la espalda, hoy es diferente, hoy somos campeones. De la mano de Dios todo salió bien”.
Eufórico estaba Luis Miguel Valle, quien comenzó de volante de marca y terminó de lateral. “La final fue difícil, llegar a los penales, pero así sabe más. Estamos muy contentos. A la afición, que lo disfrute, son cinco años de espera, vienen cosas grandes y queremos seguir siendo campeones”.
Cristian Williams Méndez
cwilliams@larepublica.net
Cómo sufrió Oscar Ramírez, pero cómo disfrutó. El entrenador de Liga Deportiva Alajuelense gestó desde hace seis meses esta temporada. No dejó nada al azar y obtuvo los réditos.
Cinco años de dardos venenosos y ácidas críticas llegaron a su final de la mano del “Machillo”, quien desde la línea lateral gestó el regreso a la gloria de la Liga Deportiva Alajuelense.
“Estoy muy agradecido con los muchachos por todo el apoyo, a los aficionados por el apoyo total ya que el partido se puso complicado y nos ayudaron. Ha sido muy duro, he tenido que luchar con la sombra de haberme ido de la institución, pero con el apoyo de todos salimos adelante y la ayuda de Dios”, dijo, en las escasas manifestaciones el nuevo entrenador campeón nacional.
Y es que Ramírez vivió el juego en toda su intensidad, pasó parado al lado de la línea, se movió, gesticuló y ni la fuerte lluvia que cayó al inicio del segundo tiempo lo inmutó. Allí, bajo la lluvia labró la celebración.
“En los últimos momentos sentí que esto se nos iba de las manos, pero los muchachos no desmayaron y salimos campeones”, celebró, eufórico, como pocas veces se le ve, Oscar Ramírez.
Mientras que Cristian Oviedo, encargado de anotar el último penal manudo, dijo que “me han apoyado mucho en todo el año, han sido cinco años de sufrir, tengo derecho a celebrar. Este es el premio al trabajo fuerte de todo el año”.
Oviedo, pese a ser líder del cuadro rojinegro, capitán en varias facetas, es la primera vez que tiene la posibilidad de celebrar un título, tras haber perdido cinco finales con Herediano y la Liga.
Por su parte Patrick Pemberton, quien le tapó el lanzamiento de penal a Erick Sánchez y se ganó la simpatía de los seguidores rojinegros, expresó que “fue muy difícil, muy duro. Hace dos años la suerte me dio la espalda, hoy es diferente, hoy somos campeones. De la mano de Dios todo salió bien”.
Eufórico estaba Luis Miguel Valle, quien comenzó de volante de marca y terminó de lateral. “La final fue difícil, llegar a los penales, pero así sabe más. Estamos muy contentos. A la afición, que lo disfrute, son cinco años de espera, vienen cosas grandes y queremos seguir siendo campeones”.
Cristian Williams Méndez
cwilliams@larepublica.net