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La realeza viste de blanco

Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Jueves 06 julio, 2017


Este año Roger Federer podría convertirse en el máximo ganador de la historia del certamen al superar los siete títulos que comparte con Pete Sampras y William Renshaw. ATP World Tour/La República


Así como mayo y junio son los meses de la tierra batida, en julio, con la entrada del verano en Europa, Londres se convierte en la capital del tenis mundial con la bienvenida de Wimbledon.

Este año el torneo cumple 140 años desde su inicio en 1877 y en esta época sobre el césped del All England Tennis Club, desde el pasado lunes y hasta el 16 de julio, los jugadores con sus vestiduras blancas deleitarán con el mejor tenis del mundo.

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Todos los focos estarán puestos sobre Roger Federer, quien está en la disputa de conseguir su octava corona. También a la expectativa de lo que pueda hacer Rafael Nadal en el césped o un Novak Djokovic que buscará retomar la senda del triunfo este año.

Pero lo único más grande que estos nombres es el torneo en sí.

Wimbledon se disputa en un complejo al suroeste de Londres, en una zona sofisticada y onerosa, rodeado de praderas verdes, flores y pequeñas construcciones de madera y ladrillo.


El Grand Slam londinense es el torneo más antiguo del mundo.

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Ahí se respira historia, tradición y esencia. Pero el campeonato tiene algunas características y reglas que lo hacen único.

La hierba

Es el único grande que se disputa sobre superficie verde. El césped de las pistas requiere un cuidado exhaustivo y un corte preciso de 8 milímetros, durante el resto del año se mantiene a 13 milímetros.

Todos los días, al concluir los partidos, el equipo de jardinería lo revisa y lo riega; eso sí, con el paso de las jornadas se verá como en los fondos de las pistas, desde donde pelotean los jugadores, comienzan a aparecer manchas marrones por las pisadas.

Uniformes blancos

Desde 1963 se impuso que las indumentarias debían ser “predominantemente blancas” y en 1995 la norma enfatizó que tenían que ser “casi enteramente blancas”.

En ese sentido, el torneo no admite trampa alguna y el código de vestimenta es sumamente estricto.

Se prohíben colores oscuros o llamativos, aunque recientemente se permitió una licencia: “Una línea de color en el cuello o en las mangas que no supere el centímetro de grosor”.

Descanso del “Middle Sunday”

La competición se detiene en el primer domingo del torneo. Salvo por las inclemencias meteorológicas, siempre se respeta.

Solo en 1991, 1997, 2004 y el año pasado no se ha hecho, como consecuencia de las lluvias que suelen condicionar el desarrollo del torneo.

Para solucionar esto último, la organización decidió construir en 2009 una cubierta retráctil en la Central Court y el próximo año la pista 1 también tendrá techo.

Royal Box

En la pista central hay una zona con asientos sumamente exclusivos para la realeza y la alta sociedad británica.

Philip Brook, miembro del club, diseña un listado diario para distribuir a los 74 distinguidos invitados.

Tradicionalmente suelen ser del mundo del deporte, pero por allí desfilan también políticos, actores, diplomáticos, artistas y muy diversas personalidades.

Para el resto de la humanidad es un espacio vetado, pues no existen entradas a la venta.

De entrada, solo la Familia Real británica, algunos gobernantes, miembros de las fuerzas armadas y la iglesia tienen garantizada su presencia.

 


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