La necesaria habilidad de reinventarnos

En la película “Talentos ocultos” (Hidden figures) se muestra cómo la matemática y computadora humana, Dorothy Vaughan, se da cuenta que su trabajo y el de todas sus compañeras está en peligro de desaparecer, porque la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) está instalando una computadora IBM que puede realizar un millón de cálculos por segundo.

En vez de hacer huelgas, bloquear calles, victimizarse en la radio y decirle a la NASA o al Gobierno que debían indemnizarlas por comprar un equipo que las dejaría sin trabajo, deciden ponerse a estudiar y aprender el lenguaje de programación que usaba esa computadora, con el fin de que fueran ellas las que programaran los cálculos que iba a hacer esa computadora y poder mantener su trabajo.

En la película “Sexto Sentido”, Cole, el niño, le confiesa al sicólogo que él veía gente muerta, que eran muchos, que estos no se habían enterado y solo veían lo que ellos querían.

Bueno, el que se ponga a investigar un poco podrá confesar sin problema que puede ver trabajos y empresas que ya están muertos, pero que no se han dado cuenta. Ejemplos sobran, como los video clubes, reparación de video grabadoras, etc. En un futuro veremos cómo los carros autónomos no necesitarán choferes, los trabajos que ponen en riesgo la vida de humanos serán efectuados por robots y muchos otros casos que ya están saliendo a la luz pública.

Pero como ustedes pueden ver, el problema no es que desaparezcan los trabajos porque aparecerán nuevos trabajos. De hecho, alguien me contó por ahí que el 80% de los niños que están en el kínder, trabajarán en empleos que todavía no se han inventado.

El problema, es cómo hacemos los seres humanos para reinventarnos y por eso pongo de ejemplo la historia de las computadoras humanas de la NASA que supieron reinventarse a pesar de la época en que vivieron.

Ojalá que sigamos su ejemplo y no lamentarnos de lo que es inevitable.