La batalla por el "pre sal"
| Jueves 16 julio, 2009
La batalla por el "pre sal"
Río de Janeiro
Xinhua
Una de las noticias llamativas de esta semana fue proporcionada por dos compañías petroleras estadounidenses, que anunciaron no haber encontrado petróleo ni gas natural en un pozo perforado en el “pre sal”.
De acuerdo con el anuncio de Exxon Mobil y Hess Corporation, el pozo perforado en el campo de Guaraní, situado en el área de concesión BMS-22, en la cuenca de Santos, no reveló la existencia de hidrocarburos, siendo lo que se llama un “pozo seco”.
El anuncio llamó la atención porque es el primero, de los 16 pozos ya perforados en la formación conocida como “pre sal”, que no encontró petróleo o gas.
El “pre sal” es una formación situada profundamente bajo el fondo del océano Atlántico, para llegar a la cual hay que atravesar una capa de sal de 2 mil metros de espesura, donde se descubrieron ricos yacimientos de crudo de buena calidad.
Hasta ahora la empresa brasileña Petrobras, que descubrió esa formación, había perforado 15 pozos en las seis áreas de concesión en que es la operadora, con un índice de aprovechamiento del 100%: todos encontraron petróleo.
También llamó la atención el hecho de que la empresa petrolera nacional emitiese una nota en la que afirma que la ocurrencia de nuevos “pozos secos” es muy “improbable”, dados los modelos geológicos conocidos, la cantidad de datos sísmicos disponibles y su propia experiencia exitosa.
Enseguida el panorama empezó a quedar más claro. Varios conocidos defensores de que se aplique en el “pre sal” el mismo sistema de concesiones vigente hasta ahora para los campos petroleros comunes salieron a comentar el hecho.
El analista de Modal Asset, Eduardo Roche, señaló que el “pozo seco” perforado por las empresas estadounidenses “es un alerta suficiente para que el gobierno reevalúe lo que hará” en el “pre sal”.
Joao Carlos de Lucca, presidente del Instituto Brasileño del Petróleo (IBP), que reúne a las empresas privadas, considera que el campo de Guaraní comprueba los altos costos y las dificultades de la extracción de ese petróleo.
Ambos enfatizaron que la justificación para cambiar el régimen de exploración y explotación en el “pre sal” era el índice de 100% de aciertos, algo muy raro en la industria petrolera, que ahora fue puesto en tela de juicio con la experiencia de Exxon y Hess.
También asociaron el bajo nivel de riesgo con la idea, predominante en el gobierno, de crear un régimen de producción compartida en el que las empresas petroleras podrían ser contratadas como operadoras, simplemente.
Ahora, dijo el consultor geológico y ex director de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP), John Forman, ya no se justifica la “euforia” con que empezó a discutirse el nuevo marco regulador de la actividad en el “pre sal”.
Es que, coincidentemente, la comisión interministerial encargada de elaborar el anteproyecto de nuevo marco regulador parece haber unificado sus posiciones y está lista para entregar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva sus conclusiones.
Por lo que ha trascendido, parece haber consenso entre los integrantes de la comisión con respecto a recomendar al presidente la adopción de lo que se ha llamado “el modelo noruego”.
Río de Janeiro
Xinhua
Una de las noticias llamativas de esta semana fue proporcionada por dos compañías petroleras estadounidenses, que anunciaron no haber encontrado petróleo ni gas natural en un pozo perforado en el “pre sal”.
De acuerdo con el anuncio de Exxon Mobil y Hess Corporation, el pozo perforado en el campo de Guaraní, situado en el área de concesión BMS-22, en la cuenca de Santos, no reveló la existencia de hidrocarburos, siendo lo que se llama un “pozo seco”.
El anuncio llamó la atención porque es el primero, de los 16 pozos ya perforados en la formación conocida como “pre sal”, que no encontró petróleo o gas.
El “pre sal” es una formación situada profundamente bajo el fondo del océano Atlántico, para llegar a la cual hay que atravesar una capa de sal de 2 mil metros de espesura, donde se descubrieron ricos yacimientos de crudo de buena calidad.
Hasta ahora la empresa brasileña Petrobras, que descubrió esa formación, había perforado 15 pozos en las seis áreas de concesión en que es la operadora, con un índice de aprovechamiento del 100%: todos encontraron petróleo.
También llamó la atención el hecho de que la empresa petrolera nacional emitiese una nota en la que afirma que la ocurrencia de nuevos “pozos secos” es muy “improbable”, dados los modelos geológicos conocidos, la cantidad de datos sísmicos disponibles y su propia experiencia exitosa.
Enseguida el panorama empezó a quedar más claro. Varios conocidos defensores de que se aplique en el “pre sal” el mismo sistema de concesiones vigente hasta ahora para los campos petroleros comunes salieron a comentar el hecho.
El analista de Modal Asset, Eduardo Roche, señaló que el “pozo seco” perforado por las empresas estadounidenses “es un alerta suficiente para que el gobierno reevalúe lo que hará” en el “pre sal”.
Joao Carlos de Lucca, presidente del Instituto Brasileño del Petróleo (IBP), que reúne a las empresas privadas, considera que el campo de Guaraní comprueba los altos costos y las dificultades de la extracción de ese petróleo.
Ambos enfatizaron que la justificación para cambiar el régimen de exploración y explotación en el “pre sal” era el índice de 100% de aciertos, algo muy raro en la industria petrolera, que ahora fue puesto en tela de juicio con la experiencia de Exxon y Hess.
También asociaron el bajo nivel de riesgo con la idea, predominante en el gobierno, de crear un régimen de producción compartida en el que las empresas petroleras podrían ser contratadas como operadoras, simplemente.
Ahora, dijo el consultor geológico y ex director de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP), John Forman, ya no se justifica la “euforia” con que empezó a discutirse el nuevo marco regulador de la actividad en el “pre sal”.
Es que, coincidentemente, la comisión interministerial encargada de elaborar el anteproyecto de nuevo marco regulador parece haber unificado sus posiciones y está lista para entregar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva sus conclusiones.
Por lo que ha trascendido, parece haber consenso entre los integrantes de la comisión con respecto a recomendar al presidente la adopción de lo que se ha llamado “el modelo noruego”.