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Inflar el handicap es jugar sucio

Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Martes 10 noviembre, 2009




Inflar el handicap es jugar sucio
Aquellos golfistas que realizan esta práctica se deben “eliminar”

Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net

Es una cuestión de honestidad con uno mismo, con los demás y con el propio juego, inflar el handicap rompe con lo que predica este deporte, la caballerosidad y la honestidad siempre en el golf.
El handicap es un cierto número de golpes que se le resta a la tarjeta del golfista después de una ronda, en pocas palabras, puede verse como una ayuda para bajar de scores de los amateur.
Las razones sobran y los culpables de que esto suceda se acumulan, unos acusan que los campos de golf deberían ser más estrictos para evitar que el jugador infle el handicap, otros apuntan a excesivos premios que se ofrecen.
Sin embargo, al fin y al cabo todo representa un engaño. “No es un secreto para nadie, es muy fácil engañar, no hay controles, es fácil hacer trampa”, dijo el golfista profesional Alejandro Duque.
“No se puede poner a cinco jueces a seguir a un jugador, por eso es fácil hacer trampa, pero las personas se dan cuenta, es muy evidente. Por ejemplo, si alguien llega con handicap 30 y tira 80 está mintiendo; para un golfista su mejor ronda va a estar en siete golpes por debajo de su handicap”, afirmó Duque.
Para José Quesada, profesional del campo La Iguana, el golfista puede tener una percepción equivocada, ya que normalmente se debe buscar bajar el handicap y no al contrario.
“Se tiene una mala idea, tener un handicap alto puede permitir que uno ganar un torneo, pero también les indica a las demás personas la capacidad que tengo como jugador”, explicó.
Los campos de golf también juegan su papel, señaló Alejandro. “Lo otro son los campos, si se dan cuenta de que un jugador infla su handicap hay que tacharlos; no por estar pensando en lo que se van a ganar por inscribir a un golfista, no lo hacen”, dijo.
Mientras tanto, Quesada también les atribuyó su parte a los altos premios que ofrecen los eventos sociales. “La mayoría de los torneos tienen muy buenos premios, muchos hasta exceden la regulación de la PGA y para ganar un premio de estos el golfista llega con un handicap inflado”, mencionó.
Duque y Quesada mencionaron que esto es un hecho que debe verse con seriedad, porque muchos van a ser los perjudicados.
“Los demás jugadores se dan cuenta y se les quita la ilusión de jugar torneos. Además, les mata el impulso a los patrocinadores que al escuchar que la gente se queja van perdiendo toda la iniciativa de organizar torneos”, manifestó Duque, quien está seguro de que este grupo “es pequeño”.
“Los profesores deben fomentar la honestidad del deporte, concientizar a sus alumnos; si están jugando una ronda ,no permitir que el golfista pase por alto un aire; que cuando se incurre en una penalidad, se cuente”. Todo es una lucha en pro del juego limpio.

Más control


Nuevo sistema. Otra solución, indicó José Quesada, es un nuevo sistema de control que están utilizando ellos y algunos otros campos del país.
El sistema de la compañía visionperfect.com ofrece un software de handicap que permite a cada campo tener un registro más específico de cada uno de los jugadores, para que no se genere ningún tipo de confusión.






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