Hormona de crecimiento que recibió Lionel Messi es aplicada a 300 niños ticos

La misma hormona de crecimiento que recibió el futbolista y capitán de la selección de Argentina Lionel Messi, es aplicada con gran éxito a unos 300 menores costarricenses por parte del Hospital de Niños.

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Se trata de un tratamiento que coloca a Costa Rica a la vanguardia de la región.

A la edad de 11 años, Messi medía 1,32 metros, por lo que a pesar de su talento era rechazado en las ligas menores de diversos equipos argentinos como River Plate y Newell’s Old Boys por su estatura, ya que según los visores, el chico no podría competir con otros jugadores de mayor tamaño, a la vez, que los clubes no quisieron invertir en un tratamiento innovador y costoso.

Esto hizo que su padre Jorge Messi viajara con su hijo a FC Barcelona para una prueba con el mítico equipo español, quien quedó sorprendido con el talento del jugador y por ello, pagó el tratamiento hormonal de crecimiento que para la época costaba unos $1.300 aproximadamente.

El resto, es historia, hoy Messi es uno de los referentes mundiales de este deporte, con contratos millonarios, seguidores alrededor del mundo y luchando por una copa mundial de fútbol en estos momentos.

La historia de Messi podría inspirar aún más a las autoridades costarricenses para seguir implementando este tipo de tratamiento en el país, lo cual, ha hecho que hoy día seamos un referente a nivel de salud, de acuerdo el doctor Erick Richmond, jefe del servicio de Endocrinología del Hospital Nacional de Niños.

La hormona de crecimiento humano es una sustancia que controla, precisamente el crecimiento del cuerpo y es producida por una glándula pituitaria, que se encuentra en la base del cerebro.

En resumen, es la responsable del aumento de estatura y masa muscular de los niños.

La hormona sintética, como tal, se adquiere de Bélgica y la compra anual representa un costo de $473 mil, lo que equivale a más de ¢289 millones.

La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) realiza compras ordinarias del producto con entregas, según demanda. La adquisición se gestiona cada cuatro años.

Richmond agregó que se reciben en promedio entre 30 y 40 casos nuevos al año, cuyas edades oscilan entre los 5 y 10 años.

Los menores son referidos al Hospital porque su crecimiento es anormalmente lento de acuerdo con las curvas establecidas, según la edad.

Al igual que sucedió con Messi, todo niño que aspire al tratamiento debe iniciar una serie de exámenes previos que determinan si sufre de déficit de hormona de crecimiento.

Dichas pruebas pueden demorar de seis meses a un año hasta tener el diagnóstico completo.

Es importante descartar que el problema de crecimiento se deba a otras causas como desnutrición o enfermedad crónica.

Una vez que el paciente califica, es sometido a controles rigurosos, pues es necesario hacer mediciones en sangre para ajustar las dosis de la hormona en rangos seguros y eficaces, afirmó el doctor Richmond.

El galeno confirmó que la hormona se inyecta una vez al día y las primeras veces se aplica en el centro hospitalario y luego, los padres de familia e incluso el paciente, pueden administrar la inyección en la casa.

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Para Messi, esa fue la rutina de tres largos años, la cual, se compensó pocos años después con un talento inigualable. Hoy día, el argentino mide 1,70 metros y ha ganado todos los títulos futboleros existentes, salvo la prestigiosa copa del mundo.

“Una vez por noche me pinchaba la hormona de crecimiento. Iba cambiando de pierna. Al principio me la ponían mis padres, hasta que aprendí y lo fui haciendo solo”, relató el futbolista en un programa de televisión.

Las ampollas complementaron el déficit de suministro de la hormona de crecimiento de la hipófisis, glándula que está en la base del cráneo y se encarga de regular determinadas funciones del cuerpo como el desarrollo.

En el Hospital de Niños, el control para medir los resultados se realizan cada seis meses y la inyección se aplica hasta que el niño deja de crecer de forma natural aproximadamente hasta los 16 años.

“Los resultados son muy positivos e incluso en los primeros tres o seis meses. Los pacientes empiezan a normalizarse y alcanzar los rangos de la curva de crecimiento que les corresponde”, dijo el jefe de Endocrinología del HNN.

Por el momento, el centro hospitalario no tiene listas de espera y recibe niños de todo el país. Siempre y cuando cumplan con los requisitos y los procedimientos.

Una buena noticia, pues se trata de un déficit que tiene solución, y le brinda a Messi la oportunidad de explotar aún más sus habilidades y crecer no solo física sino emocionalmente.