Factor humano
| Martes 02 octubre, 2007
Factor humano
German Retana
german.retana@incae.edu
Paso a paso
Recibir el trofeo de campeón es un acto simbólico, porque ese honor se obtiene en cada etapa del camino. Si se desea ser campeón hay que jugar como tal en cada oportunidad, sin la menor tregua ni descanso; el punto que no se logre hoy podría marcar la diferencia entre recibir ese honor o no. ¿Qué se requiere para transitar hacia el éxito paso a paso?
Bossidy y Charan (“El arte de la ejecución en los negocios”) indican que los líderes deben mostrar siete conductas para conducir una empresa a concretar su estrategia. Sin embargo, estas condiciones también son aplicables a un equipo de alto rendimiento.
Conocer a fondo la organización: Es preciso que los jugadores profundicen el conocimiento de su propio equipo, pues así apreciarán la historia, los logros, las personas y la situación integral de la entidad cuyos colores defienden.
Realismo: Lo anterior permite saber exactamente en qué fase de desarrollo se encuentra el equipo, cuál es su potencial, sus fortalezas y debilidades, su ambiente de trabajo y la motivación de sus miembros. Este realismo evita el autoengaño al dar el siguiente paso.
Metas y prioridades: La energía del conjunto se concentra en pocas metas y prioridades; así todos se comprometen con las acciones para lograrlas.
Seguimiento a las metas: Luego de cada peldaño, se analiza el desempeño para evaluar resultados, rescatar lecciones y reafirmar o adecuar las prioridades para el siguiente paso. “Sin marcador no hay juego”, dice Maxwell; y por eso debe existir pasión por la medición, pues cuando esta no existe la calidad se deteriora.
Recompensas: Un equipo de alto rendimiento reconoce el aporte extraordinario de sus miembros. Este refuerzo positivo puede ser tan sencillo como un simple aplauso. Las celebraciones por logros colectivos aumentan el sentido de pertenencia y esto es clave para avanzar hacia pasos más grandes.
Ampliación de capacidades: ¡Crecimiento es la consigna! Es difícil obtener resultados si el equipo no crece en talento, aptitudes, cohesión, espíritu ganador y confianza. Por esto, los jugadores y quienes los dirigen siempre mantienen encendida la llama del aprendizaje y la innovación.
Fortaleza emocional: Cuando los jugadores descubren la fuerza interior de sus directores y compañeros nace el respeto y la unión de voluntades. Para ello, es preciso estimular un detallado autoanálisis individual; así ninguno se convertirá en el eslabón débil. El aprecio mutuo, la humildad, el autocontrol y la inteligencia emocional intensifican el espíritu ganador.
Paso a paso no es simplemente un lema, es la forma de vida de un equipo que sabe que para ser campeón mañana, debe superar con intensidad el peldaño más importante: el de hoy.
German Retana
german.retana@incae.edu
Paso a paso
Recibir el trofeo de campeón es un acto simbólico, porque ese honor se obtiene en cada etapa del camino. Si se desea ser campeón hay que jugar como tal en cada oportunidad, sin la menor tregua ni descanso; el punto que no se logre hoy podría marcar la diferencia entre recibir ese honor o no. ¿Qué se requiere para transitar hacia el éxito paso a paso?
Bossidy y Charan (“El arte de la ejecución en los negocios”) indican que los líderes deben mostrar siete conductas para conducir una empresa a concretar su estrategia. Sin embargo, estas condiciones también son aplicables a un equipo de alto rendimiento.
Conocer a fondo la organización: Es preciso que los jugadores profundicen el conocimiento de su propio equipo, pues así apreciarán la historia, los logros, las personas y la situación integral de la entidad cuyos colores defienden.
Realismo: Lo anterior permite saber exactamente en qué fase de desarrollo se encuentra el equipo, cuál es su potencial, sus fortalezas y debilidades, su ambiente de trabajo y la motivación de sus miembros. Este realismo evita el autoengaño al dar el siguiente paso.
Metas y prioridades: La energía del conjunto se concentra en pocas metas y prioridades; así todos se comprometen con las acciones para lograrlas.
Seguimiento a las metas: Luego de cada peldaño, se analiza el desempeño para evaluar resultados, rescatar lecciones y reafirmar o adecuar las prioridades para el siguiente paso. “Sin marcador no hay juego”, dice Maxwell; y por eso debe existir pasión por la medición, pues cuando esta no existe la calidad se deteriora.
Recompensas: Un equipo de alto rendimiento reconoce el aporte extraordinario de sus miembros. Este refuerzo positivo puede ser tan sencillo como un simple aplauso. Las celebraciones por logros colectivos aumentan el sentido de pertenencia y esto es clave para avanzar hacia pasos más grandes.
Ampliación de capacidades: ¡Crecimiento es la consigna! Es difícil obtener resultados si el equipo no crece en talento, aptitudes, cohesión, espíritu ganador y confianza. Por esto, los jugadores y quienes los dirigen siempre mantienen encendida la llama del aprendizaje y la innovación.
Fortaleza emocional: Cuando los jugadores descubren la fuerza interior de sus directores y compañeros nace el respeto y la unión de voluntades. Para ello, es preciso estimular un detallado autoanálisis individual; así ninguno se convertirá en el eslabón débil. El aprecio mutuo, la humildad, el autocontrol y la inteligencia emocional intensifican el espíritu ganador.
Paso a paso no es simplemente un lema, es la forma de vida de un equipo que sabe que para ser campeón mañana, debe superar con intensidad el peldaño más importante: el de hoy.