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El golfista científico

Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Martes 19 abril, 2016


Bryson DeChambeau debutó su primer torneo como golfista profesional. Jared C. Tilton-AFP/La República


Por los pasillos de Augusta National Golf Club el nombre de un chico de 22 años se mencionaba muy frecuentemente.
Era de las conferencias más esperadas el lunes por la mañana y durante la semana los aficionados caminaban veloces a busca dónde estaba jugando.
Todos hablaban de Bryson DeChambeau, el joven que por ser el campeón amateur de Estados Unidos jugaría al lado de Jordan Spieth los dos primeros del Masters de Augusta.
Pero ¿ qué tenía en especial este golfista amateur, en ese momento? ¿Por qué tanto interés? ¿No era solo uno de los seis jugadores aficionados que tendrían la posibilidad de jugar en Augusta?
Pues no. DeChambeau es llamado hasta por sí mismo el “golfista científico”, estudiante de física, creó sus propios palos y swing en un laboratorio.
“Soy un golfista científico y lo que me gusta es analizar y entender cada aspecto del golf y mi manera de jugar para intentar hacerlo un poco mejor mañana”, afirmó.
DeChambeau tiene pinta de golfista antiguo, hace un swing extraño, sus palos parecen sacados de un almacén viejo y hasta su nombre suena a otra época.
Pero no solo queda en eso, sus palos son aún más raros.
Con su profesor de física montó un laboratorio en el que los diseñó. Empezó con sus hierros. Todos, del 3 al wedge, tienen la misma longitud.
Lo habitual es que cuanto más cerrado sea el palo, hierros 3 o 4, más larga es la varilla. Sin embargo, DeChambeau decidió poner a todos sus hierros (menos al 2 que sí es un poco más largo) la misma longitud, la del hierro 6.
También optó por modificar el ángulo de la varilla respecto a la cara del palo y su varilla sale muy vertical de la cabeza y, por tanto, se sitúa siempre muy cerca de la bola.
Pero no se queda ahí, el 'grip' de sus hierros es muy ancho, algo más parecido al mango de una raqueta de tenis.
“¿Si soy raro? Diría que solo un poquito”, admitió.
Todo esto nació con el objetivo de pegarle con cualquier palo a la bola sin necesidad de cambiar de postura.
“¿Por qué no puedo repetir el mismo swing con todos los palos? Sería todo más fácil, ¿no?”, fue lo que se preguntó DeChambeau para llegar a su método científico.
Los resultados todavía hay que esperarlos, de momento ganó el mismo año el US Amateur y la Final Universitaria de Estados Unidos. Igualmente en el Masters de Augusta acabó en el puesto 21.
Pero sus verdaderas respuestas llegarán desde ahora, que se convirtió en golfista profesional (tras firmar con Puma, Cobra y Bridgestone), ya este fin de semana demostró su capacidad siendo cuarto en el RBC Heritage.
Solo el tiempo y los resultados dirán si DeChambeau abrirá una nueva ventana en el golf mundial.







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