El turismo es una ruta a la prosperidad

A partir de la década de los 90´s, la actividad turística en nuestro país venía mostrando un crecimiento constante y sostenido. A este sector le debemos la buena y merecida reputación internacional, que nos permitió ocupar el puesto 41 de los destinos turísticos más competitivos del mundo y el tercer puesto entre los de América Latina, según datos del Foro Económico Mundial.

Ahora repasemos lo que esto significa para nuestro país: en términos porcentuales, el turismo aporta el 6,3 % del PIB del país, cifra que aumenta según datos de la Cuenta Satélite del Banco Central a un 8,2 % sumando los efectos directos e indirectos de la actividad turística en nuestra economía. Casi $ 4 000 millones de dólares ingresaron en año anterior al país por concepto de divisas aportadas por este sector que genera el 8,8% del empleo nacional.

Me pronuncio hoy porque, después de conversar con varios actores del sector, la constante es la incertidumbre y la desolación. No es justo que el Poder Ejecutivo, en cabeza de don Carlos Alvarado, sea ingrato con los cientos de miles de personas que la han pulseado para que tengamos una infraestructura y una oferta de servicios como la que hay en Costa Rica. A pesar de su esfuerzo, el Gobierno ha decidido tirarles las puertas en la cara, empezando por la puerta del entendimiento, para que los representantes del sector puedan explicar la situación de los guías turísticos, los transportistas, las agencias, los hoteles y todas las demás industrias que están gravemente afectadas por esta crisis.

Para algunos ya es tarde, ya perdieron sus negocios, dejando en la calle a sus colaboradores; otros esperan un salvavidas URGENTE para no recorrer ese mismo camino. Por eso no es admisible que el Gobierno les mienta acerca de supuestas ayudas, mientras la banca ni siquiera tiene las herramientas para tomar riesgos y salvar a la industria, y el tal “Neobanco” no es más que una presentación de PowerPoint que, si es que llega a abrirse algún día, recibirá en sus sillas a muy pocos sobrevivientes. Resultado: más desempleo, más pobreza, más inseguridad y más gente solicitando el afamado Bono Proteger que tantos problemas ha tenido hasta la fecha.

Convoco a todos los costarricenses que no estamos dispuestos a ver como acaban nuestra economía para convertirnos en mendigos del Poder Ejecutivo a que manifestemos nuestra indignación con la falta de gestión y responsabilidad de este Gobierno.

Tenemos un deber moral con los empresarios del sector turismo por todo lo que han aportado durante años a nuestra economía y a la imagen de nuestro país. He venido proponiendo una serie de acciones inmediatas para permitir que este sector aguante mientras que podemos abrir nuestras fronteras, como el Proyecto de Ley De Reactivación E Incentivos Para Las Actividades Turísticas En Costa Rica y la Ley para el Trabajador Independiente, así como incontables llamados al ejecutivo para que utilice bien los préstamos internacionales, inyecte capital de trabajo y no deje marchitar lo que tantas generaciones se esforzaron en sembrar para Costa Rica.

Pedro Muñoz

Diputado de la República