Logo La República

Viernes, 26 de abril de 2024



COLUMNISTAS


El día que los hombres se embarazaron

Marilyn Batista Márquez mbatista@batistacom.com | Domingo 08 marzo, 2020


¡Big, bang, bum, big, bang, bum! Así se oía la lluvia de meteoritos al caer sobre la superficie de la tierra un 8 de marzo, a las siete de la noche en Costa Rica. Nadie entendía por qué los meteoroides rebosaban solo en los cuerpos de los varones –jóvenes y adultos– que caminaban por las calles, impregnándolos de partículas de silicato, hierro y níquel. A las doce de la media noche, como por decreto de Hefesto, la explosión se detuvo.

Cuatro semanas después del fenómeno muchos varones comenzaron a sentir cambios fisiológicos, metabólicos y morfológicos significativos, como mareos, vómitos matutinos, somnolencia e hipersensibilidad en las tetillas. A las doce semanas la mayoría mostraban crecimiento del abdomen.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Médica Mundial enviaron a Costa Rica sendos grupos de especialistas para estudiar el fenómeno. Consideraron, dada la cantidad de pandemias registradas en la historia desde el año 430 a.C., iniciando con la Plaga de Atenas durante la Guerra del Peloponeso, seguidas de pestes, cóleras, gripes, Ébola y la más reciente, el COVID-19, que se trataba de una enfermedad infecciosa. Ningún médico o científico pensó, –ni consideró remotamente–, que se trataba de embarazos masculinos.

Luego de realizar todo tipo de estudios en una muestra de 300 hombres (aproximadamente el 10% de la población afectada), los resultados fueron contundentes. El diagnóstico: embarazo. Todos dieron positivo a la hormona gonadotropina coriónica humana (GCH), que se supone solo se produce en la placenta de la mujer después de que un óvulo fertilizado se ha implantado en el útero. La segunda prueba, el ultrasonido, mostró al feto flotando en el líquido amniótico de cada uno de los hombres, cuyo único elemento común fue el contacto directo con los meteoritos y posterior a ese encuentro astral, el acto sexual entre las 9:00am a 11:59pm de ese 8 de marzo.

Un día después del diagnóstico, las organizaciones defensoras de los derechos humanos más importantes como ONU, Amnistía Internacional, Centro de Acción de los Derechos Humanos, Human Rights Watch, entre otras, convocaron a Asamblea Extraordinaria y en menos de tres horas emitieron pronunciamientos y resoluciones, que en resumen brindaban a los embarazados los mismos derechos que las embarazadas, además de crear la Comisión Permanente de Hombres Embarazados, con el objetivo principal de “Dedicar esfuerzos a la mejora de la salud y los derechos de los hombres y a la reducción de las disparidades en la atención médica disponibles para ellos y sus recién nacidos, así como avanzar en la ciencia y la práctica de la obstetricia y la ginecología masculina”.

La OMS y la Asociación Médica Mundial avalaron categóricamente los discursos y posiciones, de estas organizaciones y en conferencia de prensa realizada en Ginebra, anunciaron el acuerdo de destinar el 25% de todo su presupuesto anual durante los próximos diez años, a “la investigación, cuidado y reproducción de los Derechos Sexuales y Reproductivos de los Hombres”.

El Banco Mundial asumió el compromiso de ayudar al Gobierno de Costa Rica a financiar la atención médica de los embarazados con un crédito de $200 millones a 20 años plazo y diez años de gracia, a una tasa libor de .01%, dado que, según informó el vocero de esta institución en comunicado de prensa “tenemos que asegurar la cobertura sanitaria requerida para la atención de estos hombres, de manera que todos puedan obtener los servicios médicos de calidad que necesitan sin tener que pasar por dificultades económicas y ningún tipo de sufrimiento”.

La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, FIGO, donó al Hospital México, San Juan de Dios y San Rafael de Alajuela, una sala de maternidad “Solo para hombres”, con camas tamaño matrimonial, con colchones antialérgicos y antibacterial para que se sintieran ellos más cómodos junto a sus retoños. Además instalaron televisores de última tecnología LCD con retroiluminación LED y cable que incluye todos los canales deportivos del planeta, con el objetivo de bajar las probabilidades de que los caballeros sufran depresión postparto. La Ministra de la Condición de la Mujer protestó ante tales privilegios concedidos a los embarazados y solicitó que fueran compartidos con las embarazadas, pero FIGO sostuvo que no eran privilegios, sino “acción afirmativa”. El diferendo llevó a la Ministra a interponer un recurso de inconstitucionalidad.

Un mes más tarde la Sala Constitucional dio a conocer su fallo: “Los hombres embarazados enfrentan desigualdades de hecho, ya que no fueron creados para concebir ni para parir, por lo tanto, otorgarles ventajas dirigidas a superar situaciones de desventaja o desigualdad que existen en la sociedad como consecuencia de las tradiciones, costumbres y papeles establecidos culturalmente, no es una acción de privilegio, sino un acto de justicia. Darles a estos hombres – que por primera y quizás única vez, tengan la capacidad divina y enigmática de procrear–, un trato preferencial en el acceso o distribución de ciertos recursos o servicios y a determinados bienes no es un privilegio. Es deber del Estado compensarlos por el dolor, los perjuicios o la discriminación de la que pudieran ser víctimas”.

Más de diez empresas farmacéuticas multinacionales obsequiaron medicamentos a la Caja Costarricense de Seguro Social, CCSS, para la atención prenatal, partos y post parto de los embarazados. Entre los productos que sobresalen en forma copiosa son la anestesia epidural y el óxido nitroso para disminuir el dolor provocado por las contracciones uterinas. Este donativo tuvo gran cobertura mediática debido a la polémica derivada de las palabras de un representante de la iglesia, quien aseguró que la Biblia no hace mención de que los hombres parirán con dolor a los hijos y que por lo tanto, ellos no deben sufrir.

La Organización Panamericana de la Salud, OPS, en su primera Conferencia Panamericana de la Salud para el estudio de Hombres Embarazados, creó la iniciativa “Cero Muertes Paternas”, que busca salvar la vida de los padres y evitar las consecuencias de su pérdida para la sociedad costarricense. Para lograrlo, plantearon el fortalecimiento de los servicios de salud, derribando las barreras de acceso y capacitando al personal para que pueda manejar la hemorragia obstétrica y cualquier tipo de maltrato. También, asegurando la disponibilidad de sangre segura para transfusiones y los medicamentos esenciales que pueden salvar vidas.

Todas estas acciones acontecieron a partir del diagnóstico. En paralelo la sociedad costarricense cambió. La Asamblea Legislativa en sesión extraordinaria aprueba el Proyecto de Ley Guarderías 24/7/365, que cuadruplicó el presupuesto destinado a la Dirección Nacional de Centros de Educación y Nutrición y de Centros Infantiles de Atención Integral (Dirección Nacional de CEN-CINAI), adscrito al Ministerio de Salud de Costa Rica. El proyecto estipula que las guarderías brinden sus servicios de 6:00am a 10:00pm, para beneficiar a los padres y madres que trabajen durante la jornada laboral flexible. En su artículo 15, inciso b, establece que el costo de los cuidados de los niños se basa de acuerdo al ingreso de los padres y madres y que contará con subvenciones de varias organizaciones internacionales, entre ellas, la UNICEF. Los beneficios de las guarderías fueron también otorgados a los hijos e hijas de las mujeres.

El Capítulo Séptimo del Código de Trabajo de Costa Rica fue enmendado, estableciendo el mismo fuero de protección aplicable a los trabajadores que estuvieren en estado de embarazo o en período de lactancia. También se amplió el periodo de licencia por maternidad (ahora maternidad y paternidad) a 24 meses, beneficiando a ambos géneros.

Todas las leyes del país, desde La ley General de Salud (N°5395), La Política Pública de Lactancia Materna, Ley “Código de Niñez y adolescencia” (N°7739), hasta la Ley “Ley General de Protección a la Madre Adolescente (N°7735), Ley “Fomento a la Lactancia Materna” (N°7430) y la Normativa de Relaciones Laborales de la CCSS, tuvieron reformas para incluir a los hombres embarazados y sus hijos.

El gobierno y el sector privado se aliaron para trabajar en centros de cuidado infantil, espacios para lactancia, gimnasios (era importante recuperar la figura varonil para evitar traumas sicológicos), además de crear en conjunto los ESREFIM (Espacios de Relajamiento Físico y Mental) ubicados en las cabeceras de provincia, centros comerciales, estadios de fútbol y lugares de gran concurrencia, disponibles para que los embarazados disfruten de un espacio cómodo, agradable y accesible cuando se sientan agotados o estresados.

Mientras el Estado se reformaba para atender a la población de los embarazados, las barrigas de los varones alcanzaban su cenit; sus pechos parecían montañas del cerro Chirripó y los pies nacatamales. Se reportaron varios casos de histeria colectiva de hombres embarazados con episodios de llanto, temblores, sudoración, angustia y antojos desenfrenados de tapitas de chocolate con dulce de leche. Este comportamiento irracional y de síntomas inexplicables fueron atendidos por el equipo de médicos de la nueva unidad de Salud Mental para Hombres Embarazados, de la CCSS. Nuevamente la Ministra de la Condición de la Mujer solicitó el acceso del servicio a las mujeres embarazadas y le fue negado, bajo el mismo argumento de la FIGO, que avaló la sentencia de la Sala Constitucional: “es acción afirmativa, no discrimen”.

La campaña de publicidad “Puchitos los embarazados”, financiada por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado, UCCAEP, instó a las esposas y compañeras sentimentales de los preñados a compartir las tareas domésticas generalmente realizadas por ellos, como lavar los autos, botar la basura, darle comida a las mascotas y limpiar el patio.

La Cámara de Comercio de Costa Rica no se quedó atrás en su acción de solidaridad con sus congéneres, incentivando y brindando apoyo logístico a diferentes tiendas, para que abrieran el Departamento de Ropa de Paternidad, con blusones, pantalones, calzado y accesorios de diseñadores nacionales, para atender la demanda de las tallas descomunales producto del fenómeno mundial de mayor impacto en toda la historia de la humanidad.

Era divertido y agradable ver a destacadas figuras públicas embarazadas, como el Ministro de Salud en conferencia de prensa luciendo su figura regordeta, periodistas de varios medios de comunicación disfrutando del ESREFIM de Casa Presidencial y compartiendo preocupaciones sobre el “Día D”; pero el más encantador de todos es el futbolista de Saprisa –por el momento incapacitado- con la pancita cubierta de un vaporoso corpiño morado.

El efecto de los hombres de embarazados en Costa Rica fue determinante para que el gobierno, el sector privado y la comunidad se uniera en la búsqueda de soluciones para contribuir a mejorar el estado de la población materno-paterno-infantil y el adecuado desarrollo de la niñez, facilitando la incorporación de las personas responsables de la tutela al proceso productivo del país.

Los hombres y las mujeres empezaron a liberarse al no tener que adaptase a los roles masculinos y femeninos de intereses competitivos. Ambos iniciaron el compromiso de compartir las obligaciones del trabajo doméstico y la crianza de los hijos. Amparados por el principio de igualdad trabajaron en desarrollar sus habilidades profesionales sin limitaciones debidas a los prejuicios.

El fenómeno de los embarazados –al eliminar la única diferencia sustancial biológica entre hombres y mujeres, que es el embarazo– dio inicio a la conformación de una sociedad igualitaria. Confirmó que las diferencias no están destinadas a dividir, sino a enriquecer.


NOTAS ANTERIORES


Gritos, agresión e intimidación

Viernes 26 abril, 2024

El país ha ido escorando más y más hacia la convivencia en violencia, roces personales y ausencia de amabilidad en el trato de las personas







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.