Draymond Green, el alma de los Warriors

Cuando la serie entre Warriors y Cavaliers ya parecía sentenciada, todo cambió. La ausencia de Draymond Green modificó el panorama.
Sin su mejor jugador en estas series de finales, pero en especial el defensor más versátil de la NBA, Golden State no pudo en su propio estadio contra LeBron James y Kyrie Irving (más de 40 puntos entre ambos) por lo que la lucha continúa y ahora deberá viajar a Cleveland para un sexto partido.
Tras dejar pasar su “primera bola” para llevarse el título, la buena noticia para los actuales campeones es que ya podrán contar con Green.
Y es que el ala-pívot, suspendido por golpear a James, es el mayor dominador del juego defensivo del cuadro de la Bahía y quedó demostrado el lunes.
Green ha crecido enormemente como jugador, y a las órdenes de Steve Kerr ha encontrado la manera de brillar: un juego visceral, lo contagioso de su actitud y, sobre todo, una gran capacidad de sacrificio en beneficio del grupo. Es el alma de los Warriors.
Sin los focos de Stephen Curry o Klay Thompson, Draymond es el basquetbolista que se encarga de hacerles más fácil el juego a sus compañeros.

Jugar sin él es casi territorio desconocido para Warriors, y siempre les genera muchos problemas como quedó demostrado. En los dos encuentros en los que no estuvo en esta temporada con su equipo terminó en el mismo marcador: derrota.
El lunes ante Cavaliers, en el partido que pudo ser el último de la serie, cayó.
El primero fue el 13 de enero, en Denver, en un partido que terminó perdiendo Golden State por 112-110.
“No fuimos buenos a la defensiva. Obviamente, sabíamos que estaríamos sin Draymond, así que tampoco podemos decir que nos sorprendieron en ese aspecto”, dijo Steve Kerr, tratando de restarle importancia a la ausencia de Green.
El jugador, de 26 años y que tiene un salario de casi $15 millones anuales, vuelve al sexto juego en busca de seguir siendo un dolor de cabeza para Cavaliers y la brújula que le dé a Warriors su segundo anillo al hilo.