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Miércoles, 11 de diciembre de 2024



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Orden, eficiencia y férrea disciplina fiscal serán claves para definir el plan de gastos del próximo año

Dinero que no ejecuten los Ministerios será redirigido por Hacienda para necesidades urgentes en el presupuesto 2024

Esta medida ayudará a disminuir la deuda y garantizar que la plata no se quede engavetada sin usarse, en muchos casos, pagando intereses, según expertos

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 18 mayo, 2023


“El buscar superávits o excedentes y llevarlos a lugares donde se están necesitando es parte de una habilidad gerencial”, dijo Daniel Suchar, analista financiero. Archivo/La República.
“El buscar superávits o excedentes y llevarlos a lugares donde se están necesitando es parte de una habilidad gerencial”, dijo Daniel Suchar, analista financiero. Archivo/La República.


El dinero que no se ejecute por parte de los ministerios, la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial o cualquier otra institución del Estado que reciba transferencias del presupuesto de la República, será absorbido por el Ministerio de Hacienda y redirigido a las necesidades más apremiantes del país.

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La expectativa es cambiar el destino de unos ¢125 mil millones para el presupuesto del 2024, de acuerdo con proyecciones iniciales.

Y es que Nogui Acosta, ministro de Hacienda, ya advirtió que para el plan de gastos del próximo año, se tomarán en cuenta los presupuestos ejecutados del 2021, 2022 y las proyecciones de gasto realizado del año en curso y a partir de ahí, se estará definiendo el dinero que recibirá cada institución pública.

Se trata de una política fiscal desde el mismo presupuesto, agregó Acosta, con el objetivo de ser más eficientes con el gasto público.

“En los últimos años, el plan de gastos de los diferentes ministerios y entidades ha venido creciendo de manera progresiva, de manera automática, sin ningún criterio de oportunidad y por eso, para este gobierno, es importante que vayamos cambiando esos criterios. La idea es tomar los dineros subejecutados y trasladarlos a las prioridades que defina el gobierno”, dijo Acosta.

La aclaración surge varios días después de que se diera a conocer que el plan de gastos del Ministerio de Cultura disminuirá en unos ¢4 mil millones.

Lea más: Presupuesto para el 2023 rondará ¢12,3 billones cumpliendo con la regla fiscal

La propuesta de hacienda para gestionar el gasto público para el próximo año, fue celebrada por diversos expertos en finanzas, quienes advierten de un gasto más ordenado y controlado.

“Me parece que el Ministerio de Hacienda está tratando de tener un presupuesto del 2024 lo más eficiente y eficaz posible, con orden y disciplina fiscal. Esto ayudaría en el sentido de que, si es así, se tendría que recurrir menos al endeudamiento y con eso empezar a bajar el déficit financiero que hoy básicamente está compuesto por intereses”, dijo Gerardo Corrales, economista de Economía Hoy.

La decisión del gobierno podría tener un costo de oportunidad, ya que en algunos casos la ineficiencia será castigada con menos dinero y eso implicaría un servicio más deficiente por parte del Estado.

No obstante, también es cierto que el dinero no ejecutado se podría trasladar a áreas que requieren una acción inmediata, como podría ser la seguridad ciudadana.

“Escuchando al ministro de Hacienda queda claro que para la elaboración del presupuesto 2024, van a aplicar una mayor disciplina fiscal. Se va a revisar ministerio por ministerio, se están revisando ejecuciones presupuestarias del 2021, 2022 y se está proyectando lo que sería lo del 2023 y con base en eso, se van a hacer ajustes y reducciones en el plan de gastos 2024. Tenemos que entender que el gasto público se financia con impuestos por un lado y endeudamiento. Si se logra reducir el gasto público, se podrá liberar recursos para hacer inversiones de capital en otras áreas”, dijo el exlegislador Otto Guevara.

La medida, por otra parte, ayudará a disminuir la deuda pública y garantizar que el dinero no se quede engavetado sin usarse, en muchos casos, pagando intereses, agregó Daniel Suchar, analista financiero.

“No veo que haya un costo de oportunidad y, por el contrario, más bien yo lo veo como una inversión más que un gasto. Recordemos que en todo estamos hablando de dineros que están sobrando o que no se están ejecutando o que no se necesitan asignar y por los cuales, en muchos casos, se pagan intereses (...) El buscar superávits o excedentes y llevarlos a lugares donde se están necesitando es parte de una habilidad gerencial”, finalizó Suchar.


Grave problema


El pago de la deuda consumirá en el 2023 casi la mitad del presupuesto del gobierno central, el cual, se financia en una gran parte con deuda (cifras en billones de colones).

Título presupuestario Presupuesto 2023
Total 12,2
Servicio deuda pública 5,7
Gasto público 6,5


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