De nómada digital a reina del Himalaya

La preparación de la alpinista costarricense para ascender la montaña ubicada en Nepal fue de dos meses y tardó 12 horas en llegar a la cima.

Jennifer Berrocal es una joven costarricense que trabaja como nómada digital y viaja por todo el mundo, pero también vive una pasión por el alpinismo y las montañas.

Actualmente, entre sus planes está el reto de subir el Everest y convertirse en la primera mujer del país en alcanzar la cumbre de la montaña más alta del mundo. La idea de la joven, oriunda de Heredia, en alcanzar el techo del mundo, está marcada por su deseo de conocerse mejor a sí misma, y espera realizar esa expedición en abril o mayo del próximo año.

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“Fui a un lugar a hacer una clase de yoga en Santa Teresa, me gustó mucho y dije, ‘la verdad me gustaría entender quién soy’, y ahí es donde comenzó toda esta historia del Everest porque yo en ese momento donde me sentía mal realmente le pedí al universo o a Dios que quería empezar a conocerme más, empezar a saber quién soy”, expresó Jennifer.

Por otro lado, esta alpinista se convirtió en la primera mujer tica en alcanzar la cima de la montaña Ama Dablam, ubicada en Nepal, con una elevación de 6.812 metros. Su hazaña no solo marca un hito personal, sino también un orgullo nacional.

Esta expedición alcanzada por Berrocal es considerada para montañistas de experiencia por su técnica y la dificultad en el terreno. A pesar de eso, la tica la conquistó con un arduo trabajo de dos meses de fuerte entrenamiento y disciplina, ya que comentó que no contaba con experiencia previa para alcanzar la cima.

Su preparación constó en entrenamientos en gimnasio con su coach; los fines de semana realizaba caminatas en terrenos montañosos. La deportista realizaba actividad física los siete días de la semana y cuidaba estrictamente su nutrición.

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Sin embargo, Jennifer ha realizado pruebas como el ascenso en tres ocasiones del Cerro Chirripó, el punto más alto del país, y también tuvo práctica en territorios internacionales como Perú, el Pico Mateo.

“Me puse súper disciplinada en los últimos meses y realmente gracias a esa disciplina fue que pude subir porque no tenía la condición. Hay muchas cosas detrás que no se ven, pero sí es mucho trabajo”, detalló.

Esta joven alpinista, entre viajes, el yoga y la premisa de conocerse a sí misma, encontró su afinidad por las montañas y el deporte.

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