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Crisis masculina

Nuria Marín nmarin@alvarezymarin.com | Lunes 31 agosto, 2009



Creciendo junt@s
Crisis masculina

Cuando Jack Butler perdió su empleo como ingeniero en una fábrica de autos creyó poder obtener otro rápidamente, pero no fue así. En tanto su esposa Caroline, una publicista quien había dejado de laborar para dedicarse en pleno a sus tres hijos, consiguió ser contratada por una connotada empresa de publicidad.
De la noche a la mañana los roles se invirtieron, convirtiéndola en la única proveedora económica y a Jack en el encargado del hogar. Esta que es la trama de una vieja película denominada “Mr. Mom” ha pasado a ser la realidad de millones de familias gracias a la actual recesión económica, bautizada como la “crisis masculina.”
Según el US Bureau of Labor Statistics, más del 80% de los empleos perdidos en Estados Unidos pertenecían a hombres. En Europa la crisis ha provocado la pérdida de 7 millones de empleos “masculinos,” cifra que a finales de 2009 a nivel global será de 28 millones de nuevos desplazados.
La razón no es compleja. Las actividades más golpeadas por la crisis son aquellas predominantemente masculinas (construcción e industria manufacturera pesada), en tanto que áreas tradicionalmente femeninas (sector público, salud, educación) han sido en menor medida afectadas o incluso beneficiadas.
El impacto en Estados Unidos ha sido tan profundo que podría haberse superado la histórica desigualdad en contra de las mujeres (desempleo), tendencia que además podría profundizarse pues el paquete de estímulo promovido por el presidente Obama privilegia áreas como la educación, la salud y otras de inversión social.
Por otra parte, según el economista Alan Blinder (Princeton), entre 28 millones y 42 millones de trabajos pueden perderse por “outsourcing” lo que agrega presión a una población que ha perdido liderazgo en la adquisición de credenciales educativas, instrumento esencial en un mundo tan competitivo.
En Costa Rica no contamos aún con las estadísticas de empleo de 2009, pero sí con información que anticipa esta tendencia. La pérdida de empleos en la construcción, industria, agricultura y reparación (tradicionalmente masculinos) y el crecimiento en el sector público en áreas de fuerte presencia femenina como educación y servicios, pueden ser interesantes indicios.
Esta nueva realidad tendrá un impacto en la dinámica de las familias, de las empresas y a nivel gubernamental. Para personas como Reihan Salam (“The Death of Macho”) presenciamos un cambio profundo que alterará el curso de la historia.
Como sociedad es importante prepararnos para el cambio. Como punto de partida, no ver el nuevo poder femenino como una amenaza ni un enfrentamiento entre los sexos, sino como un importante punto de inflexión en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y sin discriminación de la cual hombres y mujeres nos beneficiemos.

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