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Costa Rica no aprovecha el auge mundial de la energía solar (I)

Roberto Dobles roberto.dobles@gmail.com | Lunes 03 junio, 2019


La energía solar es la principal fuente de energía de nuestro país, de nuestro planeta y de nuestro sistema solar y es actualmente la fuente de energía renovable cuyo aprovechamiento está creciendo más rápidamente en el mundo para generar electricidad.

Su creciente auge se debe básicamente a los fundamentos más simples de la economía: costos bajos y decrecientes en el tiempo.

Los costos de las tecnologías para generar electricidad con energía solar para satisfacer las necesidades individuales (generación descentralizada o distribuida) y las de gran escala (generación centralizada) se están reduciendo a un ritmo vertiginoso.

Ha quedado claro en otras columnas anteriores que he escrito sobre la energía solar que su aprovechamiento está teniendo un gran auge en el mundo debido a los continuos adelantos tecnológicos que, entre otras cosas, están bajando permanentemente sus costos.

En mi columna anterior, titulada “El boom de la energía solar continuará fortaleciéndose”, se indicaron cuáles son los principales adelantos tecnológicos en materia de generación y almacenamiento de electricidad que fortalecerán aún más su auge en el futuro.

Los costos de la generación eléctrica con energía solar han venido bajando aceleradamente y lo continuarán haciendo en el futuro debido a la mejora continua de las tecnologías actuales y al surgimiento de nuevas y mejores tecnologías de generación y de almacenamiento de electricidad que son cada vez más baratas.

Nuestro país se encuentra en una de las zonas del mundo donde hay más radiación solar, pero las políticas, la planificación estatal centralizada y la reglamentación obstaculizan y limitan el despliegue amplio de esta tecnología de bajo costo.

Debido a lo anterior, el país está en este campo inclusive peor que los países de Centroamérica, como bien lo señala un artículo titulado “Costa Rica, entre los peores generando energía solar en Centroamérica”, publicado por el periódico La República.

Este artículo periodístico indica que los “especialistas señalan que el principal culpable de una generación (solar) tan baja es el reglamento actual que limita el uso de este recurso” (Reglamento de Generación Distribuida, Decreto N° 39220-MINAE del 14 de setiembre del 2015).

Otro artículo titulado “Costa Rica desaprovecha potencial para generación de energía solar”, publicado por el periódico La Nación, indica, entre otras cosas, que las “instalaciones fotovoltaicas aportan apenas 0,34% de la electricidad local, pese a condiciones favorables en el país para usar esa fuente renovable”.

En Costa Rica hay que remover los grandes obstáculos impuestos por el Estado y sus instituciones al desarrollo de la generación eléctrica con energía solar.

En lugar de facilitar y promover el uso de la energía solar de bajo costo, aquí más bien se le obstaculiza. La Cámara de Industrias ha sido clara en señalar que “en vez de liberalizarla, más bien buscan limitarla”.

A pesar de que los consumidores, empresarios y desarrolladores han solicitado modificar el Reglamento de Generación Distribuida (que es uno de los principales obstáculos), la modificación no se ha llevado a cabo.

Mientras tanto, la generación de electricidad con energía solar está bastante estática en el país y las tarifas eléctricas nacionales siguen teniendo una tendencia hacia el alza y sólo este año han subido dos veces.

La configuración actual del sistema eléctrico nacional, que tiene una amplia participación de generación hidroeléctrica (73,47% en el 2018), ha llevado a que el país tenga una sobrecapacidad instalada de generación eléctrica del 111%, la cual encarece mucho los costos de la electricidad porque esta sobrecapacidad no se puede utilizar en ciertas épocas del año. Por ejemplo, en la estación seca, cuando disminuyen significativamente los caudales de los ríos, se reduce drásticamente la generación hidroeléctrica.

En el 2018, la demanda máxima (potencia máxima) del sistema eléctrico nacional fue de 1.713,99 MW, mientras la capacidad instalada fue de 3.616,83 MW. El exceso de capacidad instalada sobre la demanda máxima es entonces de 1.902,84 MW (111% más), la cual no se puede utilizar plenamente en el año y resulta muy cara.

La baja de los caudales de los ríos en la estación seca, que reduce significativamente la generación hidroeléctrica, aumenta los costos de la electricidad y aumenta, entre otras cosas, las importaciones de electricidad de Centroamérica.

La reducción de los caudales de los ríos en la estación seca, el advenimiento de sequías cada vez más frecuentes y más fuertes y los crecientes impactos del cambio climático se van a agravar aún más en el futuro.

Los expertos en el mundo lo han señalado desde hace ya mucho tiempo y entre muchas de las advertencias se encuentran las siguientes:

• “La generación hidroeléctrica es la fuente de energía que puede verse más directamente afectada por el cambio climático ya que es muy sensible a la cantidad, el momento y los patrones geográficos de precipitación y a la temperatura”.

• “Se espera que el cambio climático traiga menos precipitaciones y más sequías extremas a determinadas partes del mundo, causando escasez de electricidad en los países que dependen altamente de la hidroelectricidad”.

• “Los impactos del cambio climático se manifestarán a través de cambios en los recursos renovables, la alteración de su capacidad operativa y de sus resultados económicos”.


• “Las energías renovables intrínsecamente dependientes del clima tendrán cambios en su cantidad, su disponibilidad en el tiempo, su rendimiento operacional y su nivel de producción de energía”.

El sistema de generación de Costa Rica es altamente dependiente de la generación hidroeléctrica, a pesar de que el país se encuentra en una de las zonas del mundo más vulnerables al cambio climático.

Esta situación de alta vulnerabilidad hídrica ha conducido también a un aumento de las importaciones de electricidad de Centroamérica en la estación seca, la cual es generada con fuentes fósiles.

Sobre este tema, un artículo publicado la semana pasada por CRHoy señaló que el “País bate récord de importación eléctrica: compramos un 938% más que en 2017”.

Mientras esto ocurre, no se aprovecha el enorme potencial de energía solar que el país tiene para generar electricidad de bajo costo.

La energía solar no solamente es la más abundante del país, muy barata y de muy bajo impacto ambiental, sino que también es muy poco vulnerable a los eventos climáticos (sequías, cambio climático, etc.).

A pesar de lo anterior, aquí se le obstaculiza y se le limita, lo que ha conducido a un ínfimo desarrollo que la ha llevado a tener una participación insignificante en la matriz energética nacional, como lo analizaremos en la siguiente columna.






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