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"Costa Rica dejó de nadar en aguas apacibles"

Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Martes 17 junio, 2008




Luis Liberman, gerente de Scotiabank, considera que variaciones del tipo de cambio pueden ocurrir en cualquier momento
“Costa Rica dejó de nadar en aguas apacibles”

• A la economía nacional aún le queda mucho por aprender del sistema de bandas, de acuerdo con el banquero

• Tasas reales positivas se darán en un plazo de 12 meses

Wilmer Murillo

wmurillo@larepublica.net

“En materia cambiaria el país dejó de nadar en aguas apacibles. Esto por cuanto las variaciones importantes del tipo de cambio pueden suceder en cualquier momento, por flujos de capital, demanda de divisas, exportaciones de bienes y servicios. La pregunta que todos debemos hacernos es qué consideraciones tendrá en cuenta el Banco Central para intervenir o no en
el mercado, y eso no lo sabemos”, dijo a LA REPUBLICA, Luis Liberman, gerente de Scotiabank.

¿Es hora de migrar de las bandas a la flotación administrada?
No. Tanto al Banco Central como al resto de la economía les queda mucho por aprender de las bandas. En el caso del Central significa que no debe oponerse a las tendencias que el mercado le imponga al tipo de cambio, y no debe dejar que transacciones específicas de algunos participantes lo hagan subir o bajar mucho en un solo día.

¿Actúa el Banco Central con transparencia?

Transparencia significa para algunos que el Banco Central diga exactamente cómo va a actuar. Me parece que eso se podría prestar para que algunos participantes obliguen al banco a actuar en cierta forma. En tanto la información la maneje solo el Central, no veo problemas. Sí los habría si esta se filtra y si algún intermediario financiero tiene información privilegiada.

¿Existe esa probabilidad?
Puede existir. No lo sé.

¿Qué es lo recomendable para protegerse de las fluctuaciones?
Con el hecho de que el tipo de cambio no está pegado al piso ni al techo de las bandas, ahora deben crearse instrumentos para enfrentar las subidas y bajadas. Tenemos ahora el marco, creado por el Conassif, que hace posible el negocio de futuros en moneda extranjera, y es hora que se empiece a dar.

Si se mantiene el ritmo actual de importaciones, ¿qué consecuencias debemos esperar?
Las importaciones creciendo a un ritmo del 30% harán que se vean movimientos más importantes en el tipo de cambio. De ahí que también veo al Banco Central restringiendo el crédito y subiendo las tasas de interés.


¿Ve usted un movimiento alcista de los intereses. ¿Si es así, con qué resultados?
Las tasas reales negativas no eran sostenibles.
Si la inflación es más alta que las tasas de interés la gente no ahorra, gasta o se cambia a moneda extranjera. La liberación cambiaria que se está dando permitirá al Banco Central subir los tipos de interés. En un periodo de 12 meses se alcanzará un nivel de tasas reales positivas.

¿La subida de los intereses, haría que se agrave de nuevo el déficit fiscal?
Afortunadamente las finanzas están bien, y la subida de unos pocos puntos porcentuales no va a afectarlas, porque tampoco el Gobierno está pidiendo prestado, y más bien ha reducido la deuda en términos absolutos.


¿Los intereses más altos frenarán el crédito, o hay medidas para lograrlo?
Hay una reducción de la liquidez, en general en la economía, y eso está dando como resultado una baja de las reservas. Por lo tanto viene una subida de los intereses y los bancos tendrán menos para prestar en colones y en dólares.

Dice usted que se acabó la parranda. ¿A qué se refiere?
El exceso de liquidez en los mercados mundiales fue creada por la Reserva Federal en Estados Unidos, tras la crisis tecnológica y luego de inyectarle liquidez al mercado para evitar una recesión. La misma situación en otros mercados permitió a los intermediarios financieros y a las empresas conseguir financiamientos muy grandes. Tras la crisis subprime, eso es más difícil ahora.
Se acabó la parranda crediticia, aquí y en todas partes.

¿Han sido imprudentes los bancos con el crédito?
Es difícil decirlo. Si la morosidad empieza a subir lo sabremos, pero es temprano para decirlo.

¿Qué espera un banquero como usted del programa macroeconómico de medio año?
Revisiones importantes. Las condiciones externas y locales han variado radicalmente entre diciembre y julio. No espero que la actual meta de inflación, por ejemplo, se vaya a cumplir.

Sobre la desaceleración económica mundial, ¿ya dejó de golpearnos o falta lo peor?
Veo un menor impacto en el sector agrícola. La gente no deja de comer. Es más grave el problema en el campo tecnológico, una reducción de inversiones, especialmente en bienes raíces, compras de casas y apartamentos en la playa que daban tantos empleos. Veo con cuidado el futuro, y aunque no soy pesimista viendo una gran recesión, todavía faltan golpes.






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