Con ilusiones renovadas

Luego de tener que lidiar en el repechaje con Rumanía, Grecia selló el boleto para jugar su tercera Copa del Mundo.
La fase de grupos no había sido mala para los griegos sumando 25 puntos, pero se toparon con una poderosa Bosnia, que se dejó el primer lugar.
Grecia es una de esas selecciones que basan su propuesta futbolística en desesperar al rival cerrándole las opciones de pase y los espacios, agotarlo física y mentalmente, y en exprimir al máximo el juego a balón parado además del contragolpe.
Un estilo de fútbol que lo llevó a ganar sorpresivamente la Eurocopa de 2004 ante Portugal, todo aquello de la mano del técnico Otto Rehhagel.
El técnico siguió al mando y al término del Mundial de 2010, donde regresó después de participar por primera vez en Estados Unidos 1994, los caminos de la Asociación Griega y del técnico Rehhagel, que había estado nueve años al mando, se bifurcaron.
Para suceder al estratega alemán se contrataron los servicios del portugués Fernando Santos, que llevó a cabo una transición fluida, clasificó a Grecia para la Eurocopa 2012 —en la que el conjunto heleno solo dobló la rodilla ante Alemania en cuartos de final— y ahora estará en Brasil 2014.
Para este Mundial su capitán y veterano mediocampista, Giorgos Karagounis, sigue siendo el resorte clave del entramado griego. En ataque, Dimitrios Salpingidis y Konstantinos Mitroglou normalmente se encargan de conectar con su goleador Giorgios Samaras, que ofrece mucha experiencia.
Su primer partido en Brasil será ante Colombia, donde se enfrentarán una de las mejores defensas de las eliminatorias mundialistas como es Grecia y una de las mejores delanteras como es la cafetera.
“El primer partido contra Colombia será muy importante ya que si ganamos sabemos que cuatro puntos pueden ser suficientes para estar en octavos. Esa será la clave de nuestra participación en el torneo”, explicó Sokratis Papastathopoulos, el defensa de 26 años del Borussia Dortmund.
En este grupo C además de griegos y colombianos se encuentran Costa de Marfil y Japón.

Dinia Vargas
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