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Con alma de león

Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Lunes 22 abril, 2013


Jerry Palacios a la izquierda dejó mutilado a su equipo; lo marca el isidreño Jeykol Peterking. www.imagenesencostarica.com/La República


Con alma de león

Alajuelense sacó su corazón de campeón en Coronado

“Nunca subestimes el corazón de un campeón”. Lo dijo el entrenador de baloncesto Rudy Tomjanovic. Hoy más que nunca se aplica al campeón nacional Liga Deportiva Alajuelense, que pese a estar contra las cuerdas, se niega a morir.

Los liguistas quedaron malheridos el domingo anterior al caer ante Saprissa, no tenían mucho fútbol, pero sí corazón y de campeón, de esos que los lleva a ganar partidos como el de ayer ante Uruguay, que pese a ir perdiendo 2 a 0 y tener un hombre menos, lo sacaron, con alma de león.
Uruguay tuvo para liquidar, hizo un buen juego hasta el 60, pero luego los desaparecieron, los disminuyeron, se perdieron ante el embate de un león herido, cayeron en las presas del campeón.
Y eso que el hondureño Jerry Palacios abandonó a sus compañeros al hacerse expulsar infantilmente por reclamos sistemáticos a Rafael Vega.
Ya para eso Keyner Brown, el rey de las alturas, había adelantado a los lecheros, al conectar de cabeza un centro de Marvin Angulo al 38.
La complementaria no podía iniciar peor, con el marcador en contra, un hombre menos y a Elías Palma le señalan penal por derribar a Angulo, que ejecutó con precisión Johan Condega, para el 2 a 0.
Pero como el ave Fénix, la Liga surgió, sacó coraje, amor, garra y ante todo vergüenza, para irse encima del rival, que ayudó al sacar a Rafa Rodríguez y a Angulo, con lo que pasó de tocador a marcar, solamente.
Y así cayó el primero, nadie despejó, llegó donde estaba Álvaro Sánchez quien venció a Kevin Briceño. El campeón despertaba y Uruguay naufragaba en su propia agua, o leche si se quiere.
En un despeje largo, porque no era un pase, Guillermo Ortiz quedó de cara a gol y sin pensarlo fusiló a Briceño, la faena estaba lograda, pero había tiempo para más, había tiempo para seguir soñando.
Y así fue, con la joya de la noche, se encontró el balón Elías Palma, quien soltó un obús desde unos 40 metros, apareció un silencio, y luego la alegría, golazo. Ganó la Liga 3 a 2. El campeón está vivo.

Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net







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