Cartaginés perdonó al Barrio
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Lunes 27 septiembre, 2010
Cartaginés perdonó al Barrio
En el juego más ofensivo de los brumosos en años, no pasaron del empate
Como pocas veces, al menos en los últimos años, el Club Sport Cartaginés se plantó en su cancha con la convicción de ganar, hizo todo para ganar, menos lo más importante… los goles.
Cartaginés empató a cero contra Barrio México y lo hizo por sus propias incapacidades, sobre todo a la hora de definir, donde se dieron gusto fallando no menos de diez claras opciones.
Pero como en el fútbol no se gana con merecimientos sino con goles, al final estuvieron más cerca de perder que de ganar, si no es porque Jorge Barbosa, perdonó de manera increíble al minuto 94, en un mano a mano con el arquero Luis Torres.
El brasileño solo se puso a tono con el accionar de los delanteros, sobre todo el de Randall “chiqui” Brenes, quien nunca había errado tantas opciones claras en un mismo juego, perdonando no menos de seis veces. El es el principal responsable que su equipo no ganara.
La ausencia de Diego País pesó y demasiado en el Cartaginés, ya que el argentino, más allá de sus rabietas, es un depredador del área y con la cantidad de opciones que generó su equipo, al menos una hubiese concretado.
Barrio México no estuvo a la altura de un equipo líder de grupo, no jugó nada, se atrincheró o lo atrincheraron y solo apostó al contragolpe con balonazos en busca del milagro con Barbosa, que por poco le resulta.
Cartaginés muestra cada día una mejor cara con Chávez, le da buen trato a la pelota, pese al pésimo estado del terreno de juego, intenta jugar, le pone velocidad en el último cuarto, pero debe anotar.
Su defensa es sólida, no complica ni le da ventajas a la delantera rival, en el medio campo sus dos insignias, Danny Fonseca y Esteban Granados, dan el equilibrio y la libertad de acción a Leonardo Madrigal, encargado de generar fútbol.
“El guachi”, anda bien, está recuperando su mejor nivel, pero debe aprender a que la colectividad da mejores resultados, ya que abusa de la jugada individual y le quita sorpresa al equipo en la última zona.
Y adelante, Brenes tuvo su peor juego.
Al final un empate inmerecido para ambos cuadros, los brumosos merecían la victoria y los mexicanistas la derrota, pero la incapacidad brumosa selló el cero a cero.
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net
En el juego más ofensivo de los brumosos en años, no pasaron del empate
Como pocas veces, al menos en los últimos años, el Club Sport Cartaginés se plantó en su cancha con la convicción de ganar, hizo todo para ganar, menos lo más importante… los goles.
Cartaginés empató a cero contra Barrio México y lo hizo por sus propias incapacidades, sobre todo a la hora de definir, donde se dieron gusto fallando no menos de diez claras opciones.
Pero como en el fútbol no se gana con merecimientos sino con goles, al final estuvieron más cerca de perder que de ganar, si no es porque Jorge Barbosa, perdonó de manera increíble al minuto 94, en un mano a mano con el arquero Luis Torres.
El brasileño solo se puso a tono con el accionar de los delanteros, sobre todo el de Randall “chiqui” Brenes, quien nunca había errado tantas opciones claras en un mismo juego, perdonando no menos de seis veces. El es el principal responsable que su equipo no ganara.
La ausencia de Diego País pesó y demasiado en el Cartaginés, ya que el argentino, más allá de sus rabietas, es un depredador del área y con la cantidad de opciones que generó su equipo, al menos una hubiese concretado.
Barrio México no estuvo a la altura de un equipo líder de grupo, no jugó nada, se atrincheró o lo atrincheraron y solo apostó al contragolpe con balonazos en busca del milagro con Barbosa, que por poco le resulta.
Cartaginés muestra cada día una mejor cara con Chávez, le da buen trato a la pelota, pese al pésimo estado del terreno de juego, intenta jugar, le pone velocidad en el último cuarto, pero debe anotar.
Su defensa es sólida, no complica ni le da ventajas a la delantera rival, en el medio campo sus dos insignias, Danny Fonseca y Esteban Granados, dan el equilibrio y la libertad de acción a Leonardo Madrigal, encargado de generar fútbol.
“El guachi”, anda bien, está recuperando su mejor nivel, pero debe aprender a que la colectividad da mejores resultados, ya que abusa de la jugada individual y le quita sorpresa al equipo en la última zona.
Y adelante, Brenes tuvo su peor juego.
Al final un empate inmerecido para ambos cuadros, los brumosos merecían la victoria y los mexicanistas la derrota, pero la incapacidad brumosa selló el cero a cero.
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net