Antidoping se acerca al golf
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Miércoles 07 mayo, 2008
Antidoping se acerca al golf
Jugadores ticos avalan la implementación de estas pruebas
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net
“El golf es un deporte que tiene la fama de ser de las damas y los caballeros, pero nada mejor que demostrar que está limpio; con el antidoping se demostrará transparencia”. Así piensa Carlos Rojas, profesional de golf de la Cancha de Playa Conchal, a raíz de la ya cercana introducción de los controles antidopaje, según pretenden los principales torneos mundiales.
Durante el Open en Carnoustie, Gary Player encendió la polémica al afirmar que conocía al menos un jugador que apelaba al doping.
“Mañana”, contestó Tiger Woods cuando lo consultaron sobre el mejor momento de comenzar con los controles. Esas dudas, sembradas con frases directas o con simple ironía, empezarán a develarse con este cambio significativo en el golf de primer nivel.
En setiembre de 2007 las principales organizaciones del golf acordaron los detalles de la puesta en marcha de este control. Ahora en los principales circuitos se les da forma a los últimos detalles para que sus jugadores enfrenten la nueva política con la mayor información posible.
Tanto el PGA Tour como el Tour Europeo comenzaron con un programa educativo que aspira a que los jugadores sepan cómo prepararse para un eventual examen.
En los primeros meses del año se les entregó una carpeta con información y una lista de las sustancias prohibidas, divididas de acuerdo con su importancia y su diagnóstico, es decir, para que los profesionales sepan qué pueden tomar frente a cada patología.
El golfista nacional Alejandro Duque señala que eso es una maravilla, porque al igual que en otros deportes, en el golf hay medicinas y drogas que algunos utilizan para que les ayuden a controlar los nervios y la ansiedad.
“Otros se inyectan para generar más músculo y eso se ve en muchos jugadores. Estoy seguro que cuando esto se implemente muchos casos de dopaje van a aparecer y nos van a parar los pelos. He visto mucha gente usar medicamentos que sin duda no son permitidos”, aseguró Duque.
Todavía no está claro cómo será el sistema de elección de los golfistas que deberán someterse a los análisis, pero se sabe que se elegirán al azar y se les comunicará la obligación de concurrir al examen antes de firmar la tarjeta en cualquiera de las vueltas del torneo.
“Hay medicamentos que te ayudan a controlar las emociones, los nervios, el ritmo cardiaco. El nervio es parte del juego y todos debemos vivirlo en igualdad de condiciones. Cuando la respiración no es directa, los músculos se ponen tensos y eso hace que el swing sea otro y eso sin duda altera el juego”, recalcó Alejandro Duque.
Habrá una sanción leve en la primera falta (descalificación del torneo y pérdida de puntos y de ganancias). La reincidencia tendrá una sanción de hasta cinco años, y un tercer caso positivo derivará en la suspensión de por vida, en todos los circuitos del mundo.
Carlos Rojas considera que es a nivel de los profesionales donde es más factible que se presente el dopaje y que casi todo sería enfocado en pastillas calmantes que ayuden a controlar los momentos de tensión.
“El golf no necesita drogas de aceleración, sino calmantes para manejar los nervios en el juego. Si se pierde el foco de la concentración por demasiada ansiedad de seguro se va a perder. No creo que haya gente que se dope para tener mejor masa muscular”, apuntó el director de Reserva Conchal.
Se esperaba que la primera experiencia fuera el Masters, y sin embargo, no hubo noticias de controles en el primer Major del año. Hace pocos días se confirmó que tampoco se impondrá en el Abierto Británico. Se descuenta que tampoco el US Open dará el puntapié inicial, y que comenzarán en algún torneo de julio próximo.
Castigo
* Pese a que todavía no hay exámenes efectivos antidopaje, la Royal & Ancient (R&A) dispone de una cláusula “drogas no” en el formulario de ingreso en el campeonato.
*El dopaje en golf está castigado con penas que van desde la suspensión por periodo de un año, hasta inhabilitaciones permanentes si el jugador da positivo en tres ocasiones.
Jugadores ticos avalan la implementación de estas pruebas
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net
“El golf es un deporte que tiene la fama de ser de las damas y los caballeros, pero nada mejor que demostrar que está limpio; con el antidoping se demostrará transparencia”. Así piensa Carlos Rojas, profesional de golf de la Cancha de Playa Conchal, a raíz de la ya cercana introducción de los controles antidopaje, según pretenden los principales torneos mundiales.
Durante el Open en Carnoustie, Gary Player encendió la polémica al afirmar que conocía al menos un jugador que apelaba al doping.
“Mañana”, contestó Tiger Woods cuando lo consultaron sobre el mejor momento de comenzar con los controles. Esas dudas, sembradas con frases directas o con simple ironía, empezarán a develarse con este cambio significativo en el golf de primer nivel.
En setiembre de 2007 las principales organizaciones del golf acordaron los detalles de la puesta en marcha de este control. Ahora en los principales circuitos se les da forma a los últimos detalles para que sus jugadores enfrenten la nueva política con la mayor información posible.
Tanto el PGA Tour como el Tour Europeo comenzaron con un programa educativo que aspira a que los jugadores sepan cómo prepararse para un eventual examen.
En los primeros meses del año se les entregó una carpeta con información y una lista de las sustancias prohibidas, divididas de acuerdo con su importancia y su diagnóstico, es decir, para que los profesionales sepan qué pueden tomar frente a cada patología.
El golfista nacional Alejandro Duque señala que eso es una maravilla, porque al igual que en otros deportes, en el golf hay medicinas y drogas que algunos utilizan para que les ayuden a controlar los nervios y la ansiedad.
“Otros se inyectan para generar más músculo y eso se ve en muchos jugadores. Estoy seguro que cuando esto se implemente muchos casos de dopaje van a aparecer y nos van a parar los pelos. He visto mucha gente usar medicamentos que sin duda no son permitidos”, aseguró Duque.
Todavía no está claro cómo será el sistema de elección de los golfistas que deberán someterse a los análisis, pero se sabe que se elegirán al azar y se les comunicará la obligación de concurrir al examen antes de firmar la tarjeta en cualquiera de las vueltas del torneo.
“Hay medicamentos que te ayudan a controlar las emociones, los nervios, el ritmo cardiaco. El nervio es parte del juego y todos debemos vivirlo en igualdad de condiciones. Cuando la respiración no es directa, los músculos se ponen tensos y eso hace que el swing sea otro y eso sin duda altera el juego”, recalcó Alejandro Duque.
Habrá una sanción leve en la primera falta (descalificación del torneo y pérdida de puntos y de ganancias). La reincidencia tendrá una sanción de hasta cinco años, y un tercer caso positivo derivará en la suspensión de por vida, en todos los circuitos del mundo.
Carlos Rojas considera que es a nivel de los profesionales donde es más factible que se presente el dopaje y que casi todo sería enfocado en pastillas calmantes que ayuden a controlar los momentos de tensión.
“El golf no necesita drogas de aceleración, sino calmantes para manejar los nervios en el juego. Si se pierde el foco de la concentración por demasiada ansiedad de seguro se va a perder. No creo que haya gente que se dope para tener mejor masa muscular”, apuntó el director de Reserva Conchal.
Se esperaba que la primera experiencia fuera el Masters, y sin embargo, no hubo noticias de controles en el primer Major del año. Hace pocos días se confirmó que tampoco se impondrá en el Abierto Británico. Se descuenta que tampoco el US Open dará el puntapié inicial, y que comenzarán en algún torneo de julio próximo.
Castigo
* Pese a que todavía no hay exámenes efectivos antidopaje, la Royal & Ancient (R&A) dispone de una cláusula “drogas no” en el formulario de ingreso en el campeonato.
*El dopaje en golf está castigado con penas que van desde la suspensión por periodo de un año, hasta inhabilitaciones permanentes si el jugador da positivo en tres ocasiones.