Anfitriones empatan
| Lunes 15 junio, 2009
Anfitriones empatan
Johannesburgo
EFE
La Copa Confederaciones se inició ayer con un encuentro repleto de mediocridad entre Sudáfrica e Irak, donde el espectáculo estuvo en las gradas del Ellis Park Stadium, que asistieron a la incapacidad goleadora de los “Bafana Bafana” ante un rival a la defensiva.
La defensiva de Irak, seleccionado entrenado por el trotamundos serbio Bora Milutinovic, sacó a relucir las carencias de los sudafricanos, que atacaron sin control ni precisión.
La dureza en el juego, con entrada de roja directa de Fanteni, perdonada por el uruguayo Jorge Larrionda a los dos minutos, y el abucheo de su propia afición hacia Booth, el único jugador blanco sudafricano del equipo titular, marcaron una primera mitad para el olvido en la que la mejor acción la firmó Sibaya.
A los 14 minutos, entre el descontrol del encuentro y el balón sin dueño, enganchó un disparo cruzado con rumbo a la escuadra que sacó Mohammed Kassid con la parada del partido. Parker lo intentó en dos ocasiones más, pero no encontró puerta.
En el complemento despertó Sudáfrica. Salió con más agresividad por el triunfo ante un Irak sin hambre de éxito, encerrada con cinco defensas, que se contentó con el empate y se limitó a despejar cada balón que cayó en zona defensiva.
La entrada en escena del veloz Mashego y los últimos minutos jugados por la estrella sudafricana, Pienaar, aumentaron los argumentos de victoria local. No llegó por pura mala suerte. Un cabezazo de Dikgacoi superó al portero, pero lo sacó sin querer sobre la línea Parker cuando entraba a gol.
Johannesburgo
EFE
La Copa Confederaciones se inició ayer con un encuentro repleto de mediocridad entre Sudáfrica e Irak, donde el espectáculo estuvo en las gradas del Ellis Park Stadium, que asistieron a la incapacidad goleadora de los “Bafana Bafana” ante un rival a la defensiva.La defensiva de Irak, seleccionado entrenado por el trotamundos serbio Bora Milutinovic, sacó a relucir las carencias de los sudafricanos, que atacaron sin control ni precisión.
La dureza en el juego, con entrada de roja directa de Fanteni, perdonada por el uruguayo Jorge Larrionda a los dos minutos, y el abucheo de su propia afición hacia Booth, el único jugador blanco sudafricano del equipo titular, marcaron una primera mitad para el olvido en la que la mejor acción la firmó Sibaya.
A los 14 minutos, entre el descontrol del encuentro y el balón sin dueño, enganchó un disparo cruzado con rumbo a la escuadra que sacó Mohammed Kassid con la parada del partido. Parker lo intentó en dos ocasiones más, pero no encontró puerta.
En el complemento despertó Sudáfrica. Salió con más agresividad por el triunfo ante un Irak sin hambre de éxito, encerrada con cinco defensas, que se contentó con el empate y se limitó a despejar cada balón que cayó en zona defensiva.
La entrada en escena del veloz Mashego y los últimos minutos jugados por la estrella sudafricana, Pienaar, aumentaron los argumentos de victoria local. No llegó por pura mala suerte. Un cabezazo de Dikgacoi superó al portero, pero lo sacó sin querer sobre la línea Parker cuando entraba a gol.