Alfonso gana terreno
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Miércoles 19 enero, 2011
Alfonso gana terreno
El arquero manudo hace méritos para obtener la titularidad en la escuadra rojinegra
El arquero del Alajuelense Alfonso Quesada disfruta bastante los momentos de protagonismo que está viviendo en el marco manudo, y el principal es la victoria la noche del miércoles pasado en el clásico.
Las circunstancias de que Patrick Pemberton, quien venía de titular con los rojinegros, esté con la selección nacional en Uncaf, le abrió las puertas a Quesada para defender el arco manudo en los dos primeros partidos del torneo, con la suerte de encontrarse el clásico en la segunda fecha. Si bien no ha sido muy exigido, tanto en Cartago como antenoche en el Morera, el guardavallas tuvo acciones importantes que sumarán créditos a su favor a la hora de que el cuerpo técnico rojinegro tenga que decidir a quién dejan de titular en esta temporada.
“Con lo que él viene demostrando y cuando tengamos de vuelta a Patrick, eso va a ser un dolor de cabeza para nosotros como cuerpo técnico, pero debemos tratar de manejarlo de la mejor forma posible para no perjudicar a ninguno de los dos”, afirmó Paul Mayorga, entrenador de porteros del Alajuelense.
Paul agregó que Alfonso, por el perfil y el biotipo que tiene, es uno de los prospectos más grandes que tiene el país.
Si bien se había dicho que Quesada tuvo alguna intención de marcharse de la Liga al final del torneo pasado, el arquero confesó que lo consultó con la almohada y prefirió quedarse. “Conozco mucha gente y de mucha experiencia que lo aconsejan a uno, para que trabaje el doble”, dijo al respecto el cancerbero.
Durante el clásico, Quesada tuvo varias intervenciones importantes ante Armando Alonso, Alejandro Sequeira y por una devolución comprometida de un compañero, de las que salió avante.
A sus 22 años de edad, el futbolista recuerda que llegó de 14 al Alajuelense y que a los 17 se fue para España, donde jugó con el Barbate, de la tercera división en ese país. Posteriormente, afirma, regresó a nuestro país por problemas con su representante y se enroló con la Universidad de Costa Rica, hasta que en 2009 regresó al Alajuelense.
Con respecto a su equipo en esta temporada, señaló que “no lo tenemos todo, tenemos que mejorar pero ir paso a paso, somos un grupo muy unido que aceptamos nuestros errores y como equipo solucionamos las cosas para sacarle más provecho”.
Alfonso suma cuatro clásicos sin conocer la derrota y sin recibir goles, excepto el de Jairo Arrieta, que el miércoles le rompió la imbatibilidad en esos partidos. “Yo sé que esta es mi gran oportunidad”, expresó el guardameta rojinegro.
Detrás de Quesada y Pemberton hay dos jóvenes a los que Mayorga define como muy buenos prospectos. Se trata de Esteban Carrillo y Luis Bolaños, de 20 y 18 años respectivamente, y con los que ha trabajado Paul desde hace 6 meses.
“Ellos han hecho una buena labor en alto rendimiento y en la primera por lo que, con una defensa más experimentada, pueden dar más; el valor a tomar en cuenta ahí es la parte mental y la agresividad con que lo tomen cuando reciban la oportunidad”.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
El arquero manudo hace méritos para obtener la titularidad en la escuadra rojinegra
El arquero del Alajuelense Alfonso Quesada disfruta bastante los momentos de protagonismo que está viviendo en el marco manudo, y el principal es la victoria la noche del miércoles pasado en el clásico.
Las circunstancias de que Patrick Pemberton, quien venía de titular con los rojinegros, esté con la selección nacional en Uncaf, le abrió las puertas a Quesada para defender el arco manudo en los dos primeros partidos del torneo, con la suerte de encontrarse el clásico en la segunda fecha. Si bien no ha sido muy exigido, tanto en Cartago como antenoche en el Morera, el guardavallas tuvo acciones importantes que sumarán créditos a su favor a la hora de que el cuerpo técnico rojinegro tenga que decidir a quién dejan de titular en esta temporada.
“Con lo que él viene demostrando y cuando tengamos de vuelta a Patrick, eso va a ser un dolor de cabeza para nosotros como cuerpo técnico, pero debemos tratar de manejarlo de la mejor forma posible para no perjudicar a ninguno de los dos”, afirmó Paul Mayorga, entrenador de porteros del Alajuelense.
Paul agregó que Alfonso, por el perfil y el biotipo que tiene, es uno de los prospectos más grandes que tiene el país.
Si bien se había dicho que Quesada tuvo alguna intención de marcharse de la Liga al final del torneo pasado, el arquero confesó que lo consultó con la almohada y prefirió quedarse. “Conozco mucha gente y de mucha experiencia que lo aconsejan a uno, para que trabaje el doble”, dijo al respecto el cancerbero.
Durante el clásico, Quesada tuvo varias intervenciones importantes ante Armando Alonso, Alejandro Sequeira y por una devolución comprometida de un compañero, de las que salió avante.
A sus 22 años de edad, el futbolista recuerda que llegó de 14 al Alajuelense y que a los 17 se fue para España, donde jugó con el Barbate, de la tercera división en ese país. Posteriormente, afirma, regresó a nuestro país por problemas con su representante y se enroló con la Universidad de Costa Rica, hasta que en 2009 regresó al Alajuelense.
Con respecto a su equipo en esta temporada, señaló que “no lo tenemos todo, tenemos que mejorar pero ir paso a paso, somos un grupo muy unido que aceptamos nuestros errores y como equipo solucionamos las cosas para sacarle más provecho”.
Alfonso suma cuatro clásicos sin conocer la derrota y sin recibir goles, excepto el de Jairo Arrieta, que el miércoles le rompió la imbatibilidad en esos partidos. “Yo sé que esta es mi gran oportunidad”, expresó el guardameta rojinegro.
Detrás de Quesada y Pemberton hay dos jóvenes a los que Mayorga define como muy buenos prospectos. Se trata de Esteban Carrillo y Luis Bolaños, de 20 y 18 años respectivamente, y con los que ha trabajado Paul desde hace 6 meses.
“Ellos han hecho una buena labor en alto rendimiento y en la primera por lo que, con una defensa más experimentada, pueden dar más; el valor a tomar en cuenta ahí es la parte mental y la agresividad con que lo tomen cuando reciban la oportunidad”.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net