“Al oído de los Patriarcas” una joya literaria sobre la historia de Costa Rica en la Feria del Libro

Un recuento detallado de la historia de Costa Rica en la segunda mitad del siglo XX nos ofrece la novela “Al oído de los Patriarcas”, del escritor costarricense Esteban Fernández Barris.

La obra es una de las joyas literarias que descubrimos en la Feria Internacional del Libro, que se está realizando en el Centro de Convenciones y se extiende hasta el 4 de setiembre.

El encuentro es una excelente oportunidad para que conozca más sobre el talento nacional, en este caso, el texto es una gran sorpresa que invita a sumergirse de una forma entretenida, pero de gran profundidad en detalles poco conocidos.

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Drama, comedia, incluso suspenso están presentes en la obra descrita como “una de las mejores expresiones de la novela histórica costarricense contemporánea”, por quienes han tenido la oportunidad de leerla.

La pieza es un tributo a la lucha de las mujeres por ser visibilizadas, exaltando el esfuerzo por alcanzar derechos fundamentales, entre ellos el voto femenino.

Se destacan sus apasionados discursos, su inteligencia y preparación, en muchas ocasiones borradas por una sociedad machista.

Cada paso que dieron en ese periodo tiene su espacio, con voces que enaltecen la historia como Angela Acuña Braun, incansable guerrera desde el ámbito intelectual.

“Aunque no es de lo que más se habla, el argumento principal es la emancipación de la mujer en la búsqueda de varios derechos, hasta en la participación pública de las mujeres en sociedad”, comentó Fernández.

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Apasionado por la historia, Fernández realizó un detallado proceso de investigación que abarca desde 1913 hasta 1950, ante un vacío de novelas que brinden detalles sobre este importante lapso que marcó y definió al país.

El libro es narrado por un personaje principal, que se revela al final y que acompaña a los grandes protagonistas, de los que todos hemos escuchado, pero que aquí los conocemos desde la intimidad, entre ellos los Tinoco, Calderón Guardia, José Figueres y Monseñor Sanabria, por mencionar algunos.

“La investigación tomó más tiempo que escribir el libro propiamente, algunos acontecimientos se encuentran relativamente fácil, otros no, y no todo está digitalizado, fue un trabajo muy profundo de investigación”, dijo.

En cuanto a la construcción de los personajes el autor reconoce que el proceso fue muy cuidadoso a la hora de caracterizarlos, en su forma de pensar y actuar; sin embargo, no se debe olvidar que es una novela ficticia y la imaginación juega un papel fundamental.

“Aspiro a que quien lea el libro conozca realmente la historia de Costa Rica, a la mayoría no enseñó en el colegio a profundidad, hay mucha información importante que tal vez por ser políticamente compleja se prefiere no profundizar para no polemizar”, comentó Fernández.