Carteles mexicanos de Nueva Generación y Jalisco se pelean territorio tico
(Video) “Venganza” tuvo un incremento meteórico como causa de homicidios en los últimos 13 años
Dimensión social debe ser tomada en cuenta para explicar situación actual, según expertos de la Universidad Nacional
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 06 octubre, 2023
Cuatro hombres acribillados en un automóvil en Limón. El tiro de gracia para una pareja en Puntarenas y las imágenes de dos jóvenes sacándole el corazón a su rival, son tan solo algunos ejemplos de homicidios que tuvieron como principal causa el “Ajuste de cuentas” o "venganza" entre bandas narcotraficantes.
Lo que es más preocupante es que entre el 2010 y el 2023 esta motivación para cometer un asesinato tuvo un crecimiento meteórico, de acuerdo con el Observatorio de la Violencia 2023 de la Universidad Nacional.
Y es que para el primer trimestre de este año, un 64% de los asesinatos tuvo como motivo el “Ajuste de Cuentas”, mientras que en 2010 apenas se contabilizaba un 2%.
La advertencia la hicieron los académicos en momentos en que Costa Rica ya superó su récord histórico de asesinatos y se encamina a contabilizar más de 900 incidentes al terminar el año.
Asimismo, se da en momentos en que la violencia entre bandas acabó con la vida de un agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quien fue acribillado por gatilleros en Tirrases de Curridabat mientras estaba en el cumplimiento de su deber.
En ese sentido, la guerra narco ya involucra a carteles mexicanos como Sinaloa y Jalisco Nueva Generación en territorio local, según Mario Zamora, ministro de Seguridad, quien define la situación como un cáncer que puede o no puede hacer metástasis.
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“Estamos enfrentando un cáncer. Estamos en el momento exacto en que ese cáncer lo podemos parar con quimioterapia, pero también es cierto que se puede convertir en metástasis y afectar a todo el conjunto de la sociedad”, dijo anteriormente el ministro a LA REPÚBLICA.
Causa profunda
Sin embargo, la causa de esta guerra entre pandillas es mucho más profunda de lo que aparenta.
Y es que la conjunción de una serie de problemas políticos, sociales y económicos genera una falta de claridad sobre el rumbo del país, lo cual afecta directamente la calidad de vida de los costarricenses, según Carlos Carranza, investigador de la Universidad Nacional.
En estos momentos, el país carece de una política social establecida. Lo anterior es producto de los aumentos de los índices de violencia en el país y el alto grado de desigualdad que afecta principalmente a los grupos de población de más bajos recursos económicos. Se trata de un proceso que ha venido en evolución en los últimos años.
“Lo que estamos viendo es que se ha instalado en Costa Rica una violencia de carácter estructural donde no se prevén soluciones integrales a este fenómeno. La violencia estructural tiene un componente de distribución de la riqueza y el capital educativo, que en este país está en detrimento”, manifestó Carranza.
En ese sentido, la discusión sobre el presupuesto que se le debe asignar a la educación pública, la falta de equipamiento para un proceso de enseñanza adecuado y el desfase que existe en el aprendizaje de nuevos idiomas, representan retos que deben ser abordados de manera integral, agregó el académico.
Carteles mexicanos en Costa Rica
Por otra parte, los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación de México, en alianza con narcos colombianos, disputan las rutas de trasiego de drogas y el territorio costarricense, según el informe Reporte Global de Cocaína que dio a conocer la Organización de las Naciones Unidas a finales de marzo.
Como consecuencia, la violencia que se vive en México y Colombia también se traslada hacia Costa Rica y otros países latinoamericanos.
Y es que las bandas no trabajan de manera conjunta para llevar su droga hacia los Estados Unidos y Europa principalmente, sino que libran una guerra entre sí y contra los narcotraficantes locales para apoderarse del trasiego.
“El aumento en la violencia en Centroamérica ha sido impulsado principalmente por la competencia con los narcotraficantes locales y entre diversas bandas (…) A instancias de la colaboración méxico-colombiana, individuos ligados al cartel de Sinaloa están utilizando sus habilidades de administración para penetrar en el territorio de Costa Rica junto a los colombianos. Se cree además que asesinos mexicanos están detrás de la ola de violencia en Costa Rica, en donde traficantes locales han sido asesinados para ser reemplazados por miembros de grupos colombianos-mexicanos”, indica el informe de la ONU.
Paralelamente, operativos de México están viajando de manera regular a diversos países de la región para supervisar la logística detrás del trasiego de drogas.
Mario Zamora, ministro de Seguridad . Archivo/La República
“Se trata de un fenómeno en evolución. La geopolítica del crimen nos dice que los grupos mexicanos se vienen adueñando hacia el sur de la ruta de dominación, a la vez que eliminan físicamente a sus rivales, lo cual ha generado que sus rivales se armen de igual manera para defender esas rutas (…) Así, nos encontramos bandas locales asociadas con narcos mexicanos, que a su vez pelean con bandas rivales locales y otras también mexicanas. Es una lucha de todos contra todos”, dijo Zamora anteriormente a LA REPÚBLICA.