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Mercedes Peñas: “El desarrollo es una responsabilidad compartida”

Natalia Chaves nchaves@larepublica.net | Sábado 15 noviembre, 2014


“Los procesos que se institucionalizan son los que perduran, por eso no es un programa del despacho de la primera dama, sino que es una articulación de instituciones que actúan en el territorio”, explicó Mercedes Peñas, primera dama. Gerson Vargas/La República


Primera dama presenta su programa de trabajo

Mercedes Peñas: “El desarrollo es una responsabilidad compartida”

Articulación institucional y participación ciudadana serán prioridad

La vida familiar ha cambiado bastante desde que Luis Guillermo Solís asumió la Presidencia, asegura Mercedes Peñas, primera dama de Costa Rica.
Sin embargo, tratan de balancear el ámbito personal con las responsabilidades laborales, buscando compartir tiempos de calidad.
Su principal motivación viene de ese deseo de cambio que percibe en la gente, que la voluntad del pueblo costarricense les dio.
Con esa ilusión de hacer las cosas de otra manera, nace Tejiendo Desarrollo, el programa en el cual la primera dama enfocará su trabajo durante los próximos años.
Construir un futuro mejor para los territorios con mayor desigualdad, mediante la coordinación interinstitucional y la participación ciudadana, es la apuesta de esta politóloga española, especialista en temas locales.
Si resulta ser una buena iniciativa, su ilusión es que perdure en el tiempo, independientemente del partido de gobierno.

¿Cómo ha cambiado la vida de su familia desde que asumieron el gobierno?
Ha cambiado bastante, especialmente en los tiempos de compartir juntos, que es lo que más afecta en la vida cotidiana.
Pero tratamos de buscar tiempos de calidad, el tiempo que estemos, tratar de disfrutarlo al máximo.

¿Cómo balancear la vida en familia con un trabajo que implica una responsabilidad tan grande?
Como todo en la vida, hay que guardar equilibrios y buscar tiempos de calidad.
Tanto Luis como yo siempre hemos compaginado el trabajo con la vida familiar.
Cuando uno trabaja, siempre tiene una responsabilidad grande, evidentemente no es lo mismo el peso de la política, pero estamos haciendo un esfuerzo por buscar esos equilibrios.
Luis trata de buscar tiempo en las tardes para estar con Inés o conmigo. Los fines de semana visitamos al papá de Luis y tratamos de mantener los espacios con sus hijos, que llegan todos los domingos a cenar.

¿Cuál ha sido su mayor satisfacción en estos meses de gobierno?
Primero, la alegría de la gente, las expresiones de cariño y la necesidad de hacer las cosas de forma diferente, lo que implica mucha expectativa hacia lo que esperan del gobierno.
Por otro lado, la ilusión por querer responder a las expectativas de la gente se siente, tanto en los funcionarios como en los jerarcas de las instituciones.
Hay una energía muy positiva que me provoca mucha satisfacción.

¿Cuál ha sido el momento más difícil?
Los momentos más difíciles han sido personales, al tener que manejar lo público y lo privado, esa línea que a veces es muy delgada.
Ha habido momentos complicados, como gente manifestándose a la puerta de la casa, pero niveles de frustración todavía no he tenido.

No es lo mismo verla venir que bailar con ella, dijo don Luis Guillermo. ¿Ha sido esta tarea más retadora de lo que se imaginaban?
No puedo hablar por Luis, él con el informe de los 100 días mostró una realidad que aunque se escuchaba, no te imaginabas que pudieran llegar hasta ese extremo.
Yo me he encontrado cosas muy positivas.
Hace ocho años no había primera dama y siento esa ilusión en las diferentes instituciones con las que vamos a coordinar nuestro programa.
¿Cuál es el objetivo del programa Tejiendo Desarrollo?
Tiene dos objetivos. Primero, la coordinación institucional entre la administración pública a nivel local y nacional, para hacer más eficiente el uso de los recursos. Segundo, promover procesos de participación social, para generar desarrollo en los territorios, acorde con la visión que tiene la gente.

¿Cómo nace este proyecto?
Varios jerarcas que venimos de trabajos que han estado involucrados con los territorios teníamos la ilusión de hacer una propuesta de trabajo diferente.
Hemos venido trabajando en esta respuesta para acompañar procesos que ya están en los territorios.
Por ejemplo, la Zona Norte (Upala, Guatuso y Los Chiles) lleva tres años haciendo un proceso de participación y de construcción de visión de desarrollo desde la gente que habita ahí.
El Estado tiene que acompañar esos esfuerzos y articular las propuestas nacionales con esas que surgen del territorio.

¿Por qué tejiendo desarrollo?
Cuando se teje, dependes de otras manos y de otra gente para la construcción de un tejido que queda totalmente diferente a los hilos por separado.

Le pusimos tejer porque se trata de que todos aportemos.
El desarrollo es una responsabilidad compartida, todos podemos aportar y de lo que aportemos, va a quedar un tejido.
Para nosotros eso es tejer desarrollo, para construir un futuro mejor para la gente que vive en esos territorios.

¿Qué criterios se utilizaron para escoger las zonas a las que se va a dirigir el programa?
Son territorios donde hay fuertes desigualdades y vulnerabilidad socioeconómica, y con procesos de gobernanza previa, como la Zona Norte, donde ya han venido construyendo y dialogando.
Se quiere abordar el 40% del territorio, pero creemos que puede al final trabajarse en todo el territorio nacional.
¿Con qué presupuesto cuenta Tejiendo Desarrollo?
El programa no tiene presupuesto específico, se va a trabajar con los recursos que tienen las instituciones públicas para actuar en los territorios.
Queremos incluir los presupuestos que tienen los gobiernos locales de cada cantón y los recursos privados que puedan sumarse.

¿Cómo hacer para que Tejiendo Desarrollo deje huella y se le dé continuidad después de este gobierno?
Los procesos que se institucionalizan son los que perduran, por eso no es un programa del despacho de la primera dama, sino que es una articulación de instituciones que actúan en el territorio.
Una línea fuerte del programa es generar capacidades institucionales en la administración pública central y en los gobiernos locales.
Por otro lado, se acompaña de procesos de participación.
La gente y las organizaciones comunales se van a apropiar del programa, y van a vigilar por que se siga cumpliendo.
Queremos construir una política que sea de Estado, no solo de gobierno. De manera que, si realmente es una buena iniciativa, perdure en el tiempo, independientemente del partido de gobierno.

Natalia Chaves
nchaves@larepublica.net
@nataliachavesb







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