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Fiesta de permisos en Asamblea

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 13 agosto, 2013


Los diputados pueden darse ellos mismos los permisos para ausentarse del Plenario. Cada día por lo menos diez legisladores se ausentan con goce de salario. Archivo/La República


ANÁLISIS

Tres mil ausencias en tres años han costado casi ¢300 millones

Fiesta de permisos en Asamblea

Solución compleja pues diputados son juez y parte del problema

En tres años de trabajo los diputados han abusado de los permisos con goce de salario, pues han faltado al Plenario más de 3 mil veces, sin perder un cinco de su sueldo, mientras el costo al público asciende a casi ¢300 millones.

Restringir las ausencias a la incapacidad y no por supuestas “reuniones”, “trámites personales” o “giras”, salvo con necesidad comprobada, sería la tónica para eliminar este desperdicio.
Una opción en este caso, sería eliminar del todo los permisos, para que los diputados solo puedan ausentarse con goce salarial en caso de una incapacidad, o al menos establecer un tope a los permisos diarios.
Para cambiar las reglas, bastaría una simple directriz del presidente del Congreso, que tiene la potestad de limitar el número de permisos, para garantizar el quórum de la sesión del Plenario cada tarde.
De este modo, el diputado o diputada daría una justificación por su ausencia.
Actualmente, los diputados pueden ausentarse cuando se les antoje, por cualquiera de varias razones, desde viajes al extranjero, hasta asuntos personales, sin tener que comprobar la necesidad de la ausencia, dado que ellos mismos otorgan los permisos.
El ausentismo afectaría la producción legislativa, al limitar la negociación política y hasta procurar que no haya quórum para iniciar la sesión, por lo que se pierde un día entero de trabajo de toda la Asamblea.
De esta forma, proyectos como la ley de investigaciones biomédicas, y el rebajo de la deuda política, se atrasan.
El costo para los costarricenses de las ausencias de los últimos tres años ha sido de casi ¢300 millones, pues un diputado recibe unos ¢80 mil por cada sesión de la Asamblea Legislativa en la que participe o tenga permiso.
Se trata de un promedio de 21 días de ausencia de los diputados al año, de un total de 184 días laborales, incluidas las incapacidades.
Sin embargo, cada trabajador costarricense ha estado ausente en el mismo lapso en un promedio de tan solo ocho días, en este caso únicamente por incapacidad, de acuerdo con datos de la Caja Costarricense de Seguro Social.
En términos porcentuales, el nivel de ausentismo es más bajo aun en el caso de la fuerza laboral costarricense, dado que se trata de un total de casi 300 días laborales, como promedio ponderado de los sectores privado y público para el mismo periodo.
Entre los diez diputados que más se ausentan, hay cuatro de Liberación Nacional, dos del PUSC, y dos del PAC.


Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net







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