Vacunación contra la Covid-19 debe incluir trazabilidad para evitar comercio ilícito y falsificación

Implementar un sistema de trazabilidad a las vacunas contra la Covid-19 en Costa Rica no solo garantizaría la seguridad de las dosis, sino que protegería al país de falsificación, algo que ya se sucede en Estados Unidos y Europa.

Así lo sugiere el informe “Asegurar la confianza en la cadena de suministro global de la Covid-19” de Deloitte que indica que adoptar los estándares GS1 agrega un elemento de confianza en todos los niveles de la cadena de suministro, una confianza que en última instancia se extiende a los propios pacientes.

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Estos estándares permiten a los fabricantes de productos farmacéuticos, las empresas de distribución y los proveedores de atención médica seguir protocolos y medidas de seguridad para garantizar la confianza del público, tanto de la vacuna en sí misma, como en la capacidad de implementar las dosis de manera segura.

Por ejemplo, usa códigos de barras que llevan los estándares GS1 que identifican de forma única y segura los productos médicos: desde los laboratorios y los ensayos clínicos hasta el punto de administración.

Esto ayuda a mejorar la coordinación de la cadena de suministro, disminuyendo el riesgo de desvío de vacunas, fecha de vencimiento y proliferación de vacunas falsas.

“Hemos insistido en múltiples ocasiones en la necesidad de implementar un sistema de trazabilidad nacional, que garantice no solo la visibilidad de las diferentes cadenas de suministros, si no, que aporte inteligencia y eficiencia en el tema de comercio ilícito y falsificación de productos. Estos problemas estarán presentes en las vacunas Covid-19, esta es ya una realidad internacional y que debemos prevenir de forma urgente”, advierte Guillermo Varela, director ejecutivo de la Asociación GS Uno Costa Rica.

De hecho, el tema de la falsificación es algo que ya está advirtiendo la Caja y por lo que han aclarado a la población que solo la institución está aplicando la vacuna contra la Covid-19 y que es gratis.

“Podrían existir personas inescrupulosas que ofrezcan vacunas sin estar autorizados para ello, o bien que las ofrezcan adulteradas, o que medie un cobro por la aplicación de estas, recordando que en este momento solo la Caja aplica las vacunas, de manera gratuita, y que no es posible su comercialización a nivel privado actualmente”, aclara Mario Ruiz, gerente médico de la Caja.

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Por el momento cada vacuna que llega del aeropuerto pasa al almacén de la Caja, donde funcionarios de la Gerencia de Logística hacen una revisión frasco por frasco y un control de calidad para asegurar que la vacuna cumpla con las medidas adecuadas y que se haya mantenido la cadena de frío.

Luego se distribuye a las diferentes partes del país.

Después, al llegar a los centros de salud, se usa un mecanismo de control de vacunas por medio de listados y cada vacuna colocada queda registrada en el Expediente Digital Único en Salud (EDUS) a través del Sistema Integrado de Vacunas (Siva).

Además, una auditoría interna fiscaliza todo el proceso de vacunación y ya han realizado visitas en hospitales, áreas de salud y las comunidades donde la vacunación está activa. Como por ejemplo los hospitales: Calderón Guardia, Guápiles, Maximiliano Peralta, San Carlos, Los Chiles y las áreas de salud Goicoechea 1 y 2 y Cubujuquí de Heredia, entre otras.