Tica irá a su quinto mundial de Karate, sin entrenador por falta de recursos

Catalina Rivera tiene la oportunidad de representar al país en su quinto Mundial de Karate en Kyokushin, e irá a competir el 19 y 20 de noviembre, sin embargo tendrá que hacerlo sola, ya que por falta de recursos u ayuda, tendrá que pagar su propio viaje y gastos e ir sin su entrenador.

La karateca de 37 años y oriunda de Cartago, será la única representante del continente en su categoría (menos de 55 kilos), donde enfrentará a otras 10 atletas para conseguir una medalla.

El evento tendrá lugar en Polonia y debió pagarse su propia indumentaria deportiva, boletos aéreos y hospedaje para competir.

Compartirá habitación con una amiga y ahí disminuir los costos.

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“Este deporte en Europa es muy apoyado, se nota con el nivel que ellas tienen, compiten en 4 o 5 campeonatos por año, yo desearía competir esas veces en un año, pero no puedo porque en América no hay apoyo como allá y no hay esa cantidad de torneos” comentó la deportista a mayonorsolano.com.

Historia de Catalina

A sus 24 decidió participar en este deporte de contacto por primera vez y el encanto fue inmediato.

Su hermano también practicaba y eso le ayudó a intentar hacer su propia carrera deportiva.

En un principio su anhelo era practicar kickboxing pero al no encontrar alguien que la acompañara, la decisión de iniciar en el deporte se alargó.

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“Mi mamá siempre me apoyó, pero nunca le ha gustado verme competir. De hecho, a mi primer mundial me fui sin decirle que yo participaba, le dije que solo iba por acompañar al equipo y no fue hasta que terminó que le dije que yo también participé, pero por lo menos ella sabía que ya estaba bien. Cuando fui al mundial de España ella me acompañó, pero el día que yo peleaba se fue de paseo y siempre que termina un torneo le digo que es el último”, mencionó.

Que es karate kyoshin

El Kyokushin, como todos los estilos de karate-Do tradicional, basa su metodología de enseñanza en: la técnica, la forma y en el combate. Pero este último se realiza gradualmente hasta alcanzar el pleno contacto.

Durante el combate no se utiliza protección más que unas espinilleras delgadas y el ganador del combate es el que imparta más daño en dos minutos.