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Sábado, 14 de diciembre de 2024



NACIONALES


Nueva ley prohibiría prácticas pseudocientíficas

Terapias de conversión sexual colocan a Costa Rica en vergonzosa lista de países que aplican torturas

Diputados conservadores y líderes religiosos defienden la libre expresión y el derecho a dar consejería a quienes lo deseen

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 19 marzo, 2024


El objetivo de las terapias de conversión es lograr que la persona se odie a sí misma y a su sexualidad, según Enrique Sánchez, consultor en derechos humanos para la empresa Inclusive. Cortesía/La República.
El objetivo de las terapias de conversión es lograr que la persona se odie a sí misma y a su sexualidad, según Enrique Sánchez, consultor en derechos humanos para la empresa Inclusive. Cortesía/La República.


Costa Rica se encuentra en una vergonzosa lista de 68 países que permiten y aplican las terapias de conversión sexual, según un informe independiente que fue elaborado para las Naciones Unidas (ONU).

Se trata de una forma de tortura moderna que pretende cambiar la naturaleza y orientación sexual de las personas del colectivo LGBTIQ+.

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Esto, a través de técnicas pseudocientíficas que incluyen la humillación, el uso de descargas eléctricas y drogas que inducen al vómito durante la exposición a material homoerótico, según grupos a favor de los derechos humanos.

Es por ello que el partido Frente Amplio promueve desde 2018 una ley para prohibir estas prácticas y su publicidad, así como establecer sanciones, entre otras medidas.

La iniciativa se encuentra en la recta final de su trámite, pero enfrenta la oposición del partido conservador Nueva República y del presidente Rodrigo Chaves, quien reconoció no haber leído la iniciativa.

“Las terapias de conversión han sido catalogadas como una forma de tortura por diferentes organismos de derechos humanos a nivel internacional, por el Colegio de Psicólogos de Costa Rica y por la Organización Mundial de la Salud. El objetivo de la terapia de conversión sexual es provocar en la persona odio y rechazo a sí mismo, a quien ama y hacia su identidad. Esto genera graves repercusiones en la salud física y mental”, dijo Enrique Sánchez, consultor de derechos humanos para la organización Inclusive.

De momento, no está claro cuál será el futuro del plan, ya que Nueva República no descarta un bloqueo del proyecto en el plenario, alegando que se está violentando el derecho a la libre expresión.

“Hay muchas mentiras detrás de este proyecto. Prácticamente dicen que los pastores, los sacerdotes y los psicólogos aplican torturas en contra de los homosexuales para que dejen de serlo. Si esto fuera así, los tribunales de Costa Rica estarían llenos de denuncias porque la tortura ya se castiga en nuestro país”, dijo David Segura, legislador de Nueva República.

Lea más: Marco Castillo: Rodrigo Chaves habla de terapias de conversión sexual sin fundamento

El proyecto busca “silenciar a todo el pueblo cristiano” y también a los psicólogos, “porque si una persona tiene derecho a ser homosexual, también tiene derecho a pedir ayuda y consejería a los líderes religiosos si quieren dejar de serlo”, agregó Segura.

La propuesta que se discute en la Asamblea limita esos derechos, según el diputado.

A inicios de marzo, las embajadas de Estados Unidos, Canadá, Colombia, España y Países Bajos, de forma conjunta, respaldaron la prohibición de las terapias de conversión sexual argumentando que “suelen causar traumas psicológicos y físicos profundos y duraderos a las personas afectadas”.

Por su parte, la Conferencia Episcopal de Costa Rica manifestó en un pronunciamiento que no está de acuerdo con el plan, ya que “se violan los derechos de aquellas personas que, libremente, no se sienten conformes con su condición y quieren buscar ayuda para cambiar”.



¿Qué son las terapias de conversión?


Organismos internacionales de derechos consideran las terapias de conversión como torturas.

  • Se trata de cualquier esfuerzo sostenido para modificar la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona
  • A través de técnicas que van desde el descrédito, deshonra y humillación, se busca corregir la naturaleza sexual de una persona
  • Terapias son realizadas por líderes religiosos y supuestos especialistas en el área de la salud
  • Descargas eléctricas y el uso de drogas que inducen al vómito durante la exposición a material homoerótico, son algunas de las técnicas
  • Las técnicas carecen de fundamento científico
  • Para la ONU, se trata de discriminación semejante a la tortura y humillación


¿Qué propone el proyecto sobre las terapias de conversión?


Estos son los puntos más importantes del proyecto de ley que prohibiría las terapias de conversión.

Tema Cambio
¿Qué se prohíbe? Realizar, impartir, aplicar, obligar o financiar tratamientos que impidan, menoscaben, anulen o supriman la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona
¿Sacerdotes y pastores pueden dar consejerías? Las consejerías y los servicios de salud de tipo afirmativo del género y sexualidad, se podrán hacer, siempre que obedezcan a la propia decisión de la persona y sean realizados por profesionales de la ciencia de la salud

Las personas podrán acceder al apoyo y asesoramiento de sus líderes religiosos
¿Qué pasará con la publicidad en contra de las terapias de conversión? Se prohíbe toda propaganda o publicidad engañosa o ambigua que pueda ser perjudicial para la salud de las personas
¿Cuáles son las penas por infringir la ley? Pago de 60 a 100 días multa

Suspensión o cancelación de la respectiva licencia o permiso sanitario de funcionamiento

Suspensión del ejercicio de la profesión hasta por 3 años


Cuestión de derechos humanos


La diversidad sexual no es ninguna enfermedad ni trastorno psiquiátrico, según los defensores de los derechos humanos.

Larissa Arroyo

Abogada
Especialista en materia de género y derechos humanos

Cuando hablamos de terapias de conversión sexual, estamos asumiendo que hay un problema con la orientación sexual y la identidad de género que no es la heterosexual, a la vez que se asume que se trata de una enfermedad, a pesar de que desde hace ya muchísimos años esto se eliminó de los manuales de salud psiquiátrica.

Hablar de terapias de conversión permite reproducir ese ciclo de violencia y de discriminación histórico.

Marco Castillo

Abogado
Organización Interseccional Pro Derechos Humanos Costa Rica

Si los legisladores y el gobierno entran en razón, tienen que aprobar la ley para prohibir las terapias de conversión.

Se trata de una normativa que está a favor de los derechos humanos.

Recordemos que a nadie se le puede reprimir su naturaleza, el derecho a existir y su dignidad humana. No podemos permitir que en Costa Rica haya alguien que esté tratando de cambiarnos.

Enrique Sánchez

Consultor
Inclusive

Las terapias de conversión han sido catalogadas como una forma de tortura por diferentes organismos de derechos humanos a nivel internacional, por el Colegio de Psicólogos de Costa Rica y por la Organización Mundial de la Salud.

Por otra parte, un informe de un experto independiente de la ONU sobre orientación sexual e identidad de género determinó una serie de abusos físicos, psicológicos y hasta sexuales a los que son sometidas las personas en estas terapias, generando graves repercusiones en su salud física y mental.

El objetivo de la terapia de conversión sexual es provocar en la persona odio y rechazo a sí mismo, a quien ama y hacia su identidad.

Por supuesto, esto genera un gran rechazo y tiene consecuencias muy graves que pueden culminar con un suicidio.

Antonio Ortega

Diputado
Frente Amplio

Desde mi despacho, le vamos a enviar una copia del proyecto de ley al presidente para que conozca el texto sustitutivo, ya que él mismo ha reconocido que no ha leído el texto. De esta manera, se dará cuenta de que, lejos de discriminar o perseguir, esta iniciativa es un avance en materia de derechos humanos y responde a la vía costarricense.

Algunas "terapias" destinadas a "curar” a la personas LGTBIQ+ incluyen el celibato, la institucionalización psiquiátrica, la inanición, la esterilización involuntaria, la reclusión en centros religiosos, los campamentos de "conversión", las descargas eléctricas, el uso de drogas u hormonas, la cirugía, la detención o encarcelamiento, y las prácticas sexuales "correctivas".


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