Falta de experiencia y de compromiso provoca desempleo

Sea un joven que sabe conquistar al empleador

Creatividad e innovación son las mejores armas para entrar al mercado

El desempleo de los jóvenes alcanzó un 21% en el país, y aunque ellos solicitan de una a cinco veces diversos puestos de trabajo, la mayoría de procesos termina con un no como respuesta.

La falta de experiencia y de compromiso con la empresa son las principales causas por las que las compañías no terminan de convencerse de contratarlos, aunque sí admiten que el aporte de nuevas ideas de este público es valorado.
El aprendizaje continuo y el salario son aspectos que valoran los jóvenes para añadir compromiso a la compañía, pero el pago mensual no está dentro de las prioridades de la empresa.
Estos detalles fueron dados a conocer en la encuesta “Motores de Empleabilidad de Jóvenes”, entre 18 y 30 años de México Centroamérica y República Dominicana.
El desempleo de jóvenes es mayor que el de la población total, aspecto no muy diferente a la situación mundial, donde al menos 73 millones de personas en ese rango de edad están desempleados.
Lo cierto es que la mayoría concursó por puestos de trabajo en el último año, un 77% de los jóvenes encuestados sí buscó empleo al menos en una ocasión.
Sin embargo, el 57% de ellos no fue contratado.
El problema es que a pocos de ellos se les informa la razón por la que fueron despedidos, aspecto que cierra la posibilidad de conocer los fallos y mejorarlos, explicó Eric Quesada, director Comercial de Manpower.
Así, muchos se cansan de largos procesos que no los llevan a obtener un empleo.
Uno de cada diez jóvenes sin empleo, ya no está interesado en concursar más para otro puesto.
La falta de contratación aísla a la población económicamente activa y deja por fuera la posibilidad de ir sustituyendo a los adultos con las nuevas generaciones.
La falta de experiencia lidera la lista de razones por las que son rechazados en un proceso de reclutamiento, siendo un detalle típico de esta población. A esta le siguen, la falta de conocimientos y la edad.
Para revertir la situación, sería viable la creación de programas dirigidos a ellos, de modo tal que se incentive la educación dual —como prácticas profesionales dirigidas— o capacitaciones por parte de la empresa, para incorporarlos en el mercado laboral.
De hecho, las personas cuando pujan por entrar al mercado, están más interesadas en el aprendizaje así como el desarrollo dentro de la empresa, y valoran estos criterios por encima del económico.
Lamentablemente esto disminuye el compromiso que tienen con la empresa, uno de cada diez jóvenes encuestados tiene empleo pero el 73% de ellos está en búsqueda activa de mejores ofertas.
El que este tipo de colaborador permanezca más de cinco años en la empresa dependerá del salario, aprendizaje continuo y buen ambiente laboral.
La flexibilidad laboral, viajes y un trabajo divertido pierden fuerza en esta generación.
Por su parte, las empresas buscan empleados creativos y que aporten nuevas ideas, siendo esta la principal razón por la que ellos son valorados en compañías locales.
Un 47% de empresas del país tiene programas de contratación específicos para jóvenes.
Algunas de las empresas que toman en cuenta a las nuevas generaciones son Kimberly Clark y Amazon.
La primera cuenta con un programa denominada “Semilleros”, se trata de pasantías por medio de las que se busca atraer a jóvenes talentos, explicó Miguel Argueta, gerente de Recursos Humanos de Kimberly Clark.
El año anterior 35 estudiantes participaron en el proceso, que terminó con la contratación de nueve de ellos.
Por su parte, Amazon también brinda oportunidades a personas entre 18 y 30 años, representando este público un porcentaje.
La meta de la firma es atraer talento y apoyar la inserción laboral de talento joven, actualmente cuenta con puestos disponibles en analista de negocios, gerente de operaciones, entre otras, explicó Alejandro Filloy, gerente de Amazon.
La contratación de 150 personas llegó en el último año a P&G. Esta firma valora la diversidad y la inclusión como ventajas competitivas para el negocio.

María Fernanda Cisneros
mcisneros@larepublica.net
@mcisnerosLR