Real brasileño llega a su máximo histórico
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 03 marzo, 2008
Real brasileño llega a su máximo histórico
La debilidad del dólar y la escalada de los commodities impulsaron la apreciación del real frente a la moneda de EE.UU.
Agustina Cobas
acobas@larepublica.net
Los récords siguen rompiéndose a diario en los mercados. Un día es el oro, otro día el euro frente al dólar, y ahora le toca el turno a la moneda de Brasil, una de las mayores economías de Sudamérica.
La semana pasada el real brasileño se fortaleció, transándose en menos de 1,70 reales por cada dólar.
Esta cifra, que no se alcanzaba desde mayo de 1999, es reflejo de la debilidad del dólar y del fuerte incremento que las materias primas, muchas de las cuales Brasil produce, han mostrado en los últimos meses.
Además, la fortaleza que la economía brasileña ha experimentado en los últimos años también ha potenciado la llegada de más inversiones al país, no solo en la forma de inversiones reales de largo plazo, sino a través de instrumentos financieros.
Ejemplo de esta mayor demanda por inversiones brasileñas es el fuerte repunte del precio del bono de deuda externa con vencimiento en 2040, que en el último año se ha mantenido alrededor de 130 puntos.
Un informe de Grupo Aldesa destaca que la apreciación de la moneda es consecuencia del incremento en el precio de las mercancías, así como de mayores expectativas de un posible incremento en la demanda por los activos financieros del país.
Por otra parte, el mercado bursátil no se ha quedado atrás. El índice Bovespa, que refleja el comportamiento de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, ha mostrado un incremento del 8,8% desde que comenzó el año a la fecha, reflejando, al menos hasta ahora, una cierta lejanía con los eventos que siguen sacudiendo los mercados en Estados Unidos.
Para los analistas de Aldesa, los sectores consumo de bienes y servicios, educación y salud en el mercado accionario brasileño muestran atractivo, pero señalan que el precio de las mercancías podría caer y el flujo de capitales se podría ver reducido como consecuencia del debilitamiento de la economía estadounidense y eventualmente la europea.
La debilidad del dólar y la escalada de los commodities impulsaron la apreciación del real frente a la moneda de EE.UU.
Agustina Cobas
acobas@larepublica.net
Los récords siguen rompiéndose a diario en los mercados. Un día es el oro, otro día el euro frente al dólar, y ahora le toca el turno a la moneda de Brasil, una de las mayores economías de Sudamérica.
La semana pasada el real brasileño se fortaleció, transándose en menos de 1,70 reales por cada dólar.
Esta cifra, que no se alcanzaba desde mayo de 1999, es reflejo de la debilidad del dólar y del fuerte incremento que las materias primas, muchas de las cuales Brasil produce, han mostrado en los últimos meses.
Además, la fortaleza que la economía brasileña ha experimentado en los últimos años también ha potenciado la llegada de más inversiones al país, no solo en la forma de inversiones reales de largo plazo, sino a través de instrumentos financieros.
Ejemplo de esta mayor demanda por inversiones brasileñas es el fuerte repunte del precio del bono de deuda externa con vencimiento en 2040, que en el último año se ha mantenido alrededor de 130 puntos.
Un informe de Grupo Aldesa destaca que la apreciación de la moneda es consecuencia del incremento en el precio de las mercancías, así como de mayores expectativas de un posible incremento en la demanda por los activos financieros del país.
Por otra parte, el mercado bursátil no se ha quedado atrás. El índice Bovespa, que refleja el comportamiento de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, ha mostrado un incremento del 8,8% desde que comenzó el año a la fecha, reflejando, al menos hasta ahora, una cierta lejanía con los eventos que siguen sacudiendo los mercados en Estados Unidos.
Para los analistas de Aldesa, los sectores consumo de bienes y servicios, educación y salud en el mercado accionario brasileño muestran atractivo, pero señalan que el precio de las mercancías podría caer y el flujo de capitales se podría ver reducido como consecuencia del debilitamiento de la economía estadounidense y eventualmente la europea.