Raúl Castro cumple 100 días en el poder
| Martes 03 junio, 2008
Raúl Castro cumple 100 días en el poder
La Habana
EFE
Raúl Castro cumplirá hoy 77 años de edad y en la misma jornada su Gobierno llegará a cien días caracterizados por el continuismo y la falta de medidas de calado que auguren en el horizonte próximo un panorama distinto al mostrado por Cuba en los últimos años.
La Cuba post-Fidel se diferencia poco de la Cuba pre-Raúl, el secretismo sobre lo que se cuece en la cúpula del poder sigue constante y el día a día de los cubanos continúa marcado por las dificultades para cubrir las necesidades cotidianas con salarios que promedian $17 mensuales.
Desde que asumió el poder el 24 de febrero pasado, el geminiano general Castro presenta un discreto balance para estándares convencionales de Gobierno.
De sus “reformas” destaca únicamente la revisión del modelo agrario de un país que este año gastará unos $2 mil millones en importar alimentos.
Para el anecdotario quedan las liberalizaciones para que los cubanos puedan adquirir teléfonos celulares, computadoras, televisores y otros electrodomésticos, y el fin de la prohibición para ingresar en los hoteles, regla no escrita ampliamente rechazada por la población.
En consonancia con su decisión de reestructurar el Gobierno en un año, su gabinete ha tenido apenas dos cambios desde que llegó a la Presidencia tras casi medio siglo en el poder se su hermano Fidel.
Raúl Castro convocó para fines de 2009 el Congreso del Partido Comunista de Cuba, su máxima instancia, y fusionó las cúpulas gubernamental y partidaria en una Comisión del Buró Político para “hacer más operativa y funcional la toma de decisiones”, algo sin precedentes en la historia de la revolución.
Sin embargo, nada de eso ha alterado la opinión en la calle de que “nada ha cambiado” y, aunque el transporte ha mejorado, al menos en La Habana, las respuestas a los problemas materiales de la población siguen sin llegar.
Para un analista occidental consultado por Efe, el Gobierno “no piensa en los tiempos que piensa la gente común y corriente”, por lo que el proceso de transición “sigue siendo muy lento”.
Las medidas de fondo se llevan con “extrema cautela” y lo ocurrido hasta ahora son simplemente “fuegos artificiales”, agregó.
La Habana
EFE
Raúl Castro cumplirá hoy 77 años de edad y en la misma jornada su Gobierno llegará a cien días caracterizados por el continuismo y la falta de medidas de calado que auguren en el horizonte próximo un panorama distinto al mostrado por Cuba en los últimos años.
La Cuba post-Fidel se diferencia poco de la Cuba pre-Raúl, el secretismo sobre lo que se cuece en la cúpula del poder sigue constante y el día a día de los cubanos continúa marcado por las dificultades para cubrir las necesidades cotidianas con salarios que promedian $17 mensuales.
Desde que asumió el poder el 24 de febrero pasado, el geminiano general Castro presenta un discreto balance para estándares convencionales de Gobierno.
De sus “reformas” destaca únicamente la revisión del modelo agrario de un país que este año gastará unos $2 mil millones en importar alimentos.
Para el anecdotario quedan las liberalizaciones para que los cubanos puedan adquirir teléfonos celulares, computadoras, televisores y otros electrodomésticos, y el fin de la prohibición para ingresar en los hoteles, regla no escrita ampliamente rechazada por la población.
En consonancia con su decisión de reestructurar el Gobierno en un año, su gabinete ha tenido apenas dos cambios desde que llegó a la Presidencia tras casi medio siglo en el poder se su hermano Fidel.
Raúl Castro convocó para fines de 2009 el Congreso del Partido Comunista de Cuba, su máxima instancia, y fusionó las cúpulas gubernamental y partidaria en una Comisión del Buró Político para “hacer más operativa y funcional la toma de decisiones”, algo sin precedentes en la historia de la revolución.
Sin embargo, nada de eso ha alterado la opinión en la calle de que “nada ha cambiado” y, aunque el transporte ha mejorado, al menos en La Habana, las respuestas a los problemas materiales de la población siguen sin llegar.
Para un analista occidental consultado por Efe, el Gobierno “no piensa en los tiempos que piensa la gente común y corriente”, por lo que el proceso de transición “sigue siendo muy lento”.
Las medidas de fondo se llevan con “extrema cautela” y lo ocurrido hasta ahora son simplemente “fuegos artificiales”, agregó.