Racismo en Mundial de Fútbol socava campaña “Somos iguales”
Bloomberg | Lunes 02 junio, 2014
Racismo en Mundial de Fútbol socava campaña “Somos iguales”
Para el árbitro de fútbol brasileño Marcio Chagas fue una tarde habitual de ruidos de mono e insultos raciales. Luego salió rumbo a su casa.
Al entrar en la zona de estacionamiento luego de arbitrar el partido del 6 de marzo por el campeonato del estado en Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, el profesor de educación física negro descubrió que sus enemigos habían causado destrozos en su auto y apilado bananas sobre el parabrisas. Había una metida en el tubo de escape.
“Me sentí ofendido, como si hubiera sido víctima de violencia”, dijo Chagas, que tiene 37 años, por teléfono desde su casa en Porto Alegre. “Fue un acto cobarde, ya que no pude defenderme. Las burlas son normales, pero este tipo de acto fue algo nuevo para mí”.
El racismo en el fútbol pasó a un primer plano el último mes cuando el defensor brasileño Daniel Alves se comió una banana que le lanzó un aficionado mientras jugaba para el Barcelona en la liga española. Si bien el incidente causó indignación en Brasil, las muestras de apoyo disimularon todo lo que tiene por delante el país sede del Mundial de Fútbol en lo relativo a eliminar prejuicios en el país que tiene la mayor población negra del mundo después de Nigeria.
Los actos de racismo en los estadios de fútbol han empañado la imagen de tolerancia que el gobierno trata de presentar, según Jorge da Silva, un profesor de ciencias políticas de la Universidade do Estado do Rio de Janeiro.
“Los brasileños están habituados a decir que Brasil es una democracia racial. Eso no es más que un mito”, dijo da Silva. “Si se va a un centro comercial elegante, no se ve gente negra, ni siquiera trabajando. Si se aborda un avión en Brasil, no se ve gente negra trabajando, tal vez sólo una o dos personas, y mucho menos como pasajeros”.
“En un país en el cual el personaje más famoso es el ídolo futbolístico negro Pelé, la presidenta brasileña Dilma Rousseff planea usar el Mundial de Fútbol del mes próximo, que se disputará en 12 estadios nuevos y remodelados de todo el país, para impulsar un mensaje antirracista. Un aviso que se emite actualmente en la televisión brasileña tiene el siguiente slogan: “La copa de copas sin racismo”.
“Un país tan multicultural, donde pueden verse todas las razas del mundo, proporciona la posibilidad de intervenciones contra el racismo y la discriminación”, dijo en enero luego de reunirse con el presidente del organismo que rige el fútbol, Sepp Blatter.