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Nibali dinamita el Tour

Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Jueves 10 julio, 2014


Vincenzo Nibali dio fue el gran ganador de la dura etapa de los adoquines, su compañero Jakob Fuglsang hizo un gran trabajo ayudándole a llegar a la meta. Eric Feferberg-AFP/La República


Nibali dinamita el Tour

El italiano sale más líder de pavés. Boom gana. Contador sufre. Froome abandona

La quinta etapa del Tour de Francia será recordada por largo tiempo, hace mucho no se vivía un día así en la vuelta gala, ya que además de los salvajes y resbaladizos adoquines, los ciclistas se encontraron con la lluvia y el barro.

En esas condiciones cazó el ciclista holandés Lars Boom, fue el más fuerte en los 152,5 kilómetros entre Ypres y Arenberg Porte du Hainaut para ganar por primera vez una etapa del Tour.
Pero, el máximo vencedor fue el líder, el italiano, Vincenzo Nibali, quien dio toda una exhibición, entró tercero, para sacar ventaja a los demás favoritos, donde ya no se encuentra el vigente campeón Chris Froome, al abandonar tras otra caída.
“Me imaginaba que podía sacar algo de tiempo, porque hay jornadas muy duras como esta en el Giro, pero tanto no esperaba”, afirmó Nibali.
El infierno de pavés resultó ser un duro trayecto como estaba previsto. Y eso que por la mañana excluyeron dos de los nueve tramos por el peligro que había generado la lluvia y por la presión de gran parte del pelotón a través de las redes sociales: el quinto, Orchies-Beyvry, y el séptimo, Mons-en-Pevele. De 15,4 kilómetros se pasó a 13. Suficiente. Ni siquiera esta decisión impidió el rosario de caídas, de ciclistas descolgados, de sufrimiento agónicos y extremo. De épica.
Mientras tanto, ya dentro de la etapa cinco se desarrollaban dos carreras al unísono, la de los que buscaban el triunfo del día, finalmente para Boom, y la que jugaban los líderes que buscan la general, donde Nibali dio su mejor versión y se declaró listo para pelear por el maillot amarillo.
El primero en salir de la pelea fue Froome, maltrecho tras irse al suelo por segundo día consecutivo y en dos ocasiones: kilómetros 32 y 68. En la primera se dañó el costado derecho, pero enlazó con la ayuda de sus compañeros. A la segunda ya echó pie a tierra y abandonó el Tour. La carrera se queda sin su gran favorito y el Sky pierde a su indiscutible líder, con Richie Porte como teórico heredero de los galones: ayer cedió 1:52 con Nibali. Alguno habrá comenzado a arrepentirse de haber dejado fuera de la alineación a Bradley Wiggins.
También resultó ser una dura jornada para Alberto Contador y Alejandro Valverde, quienes cedieron más de dos minutos.
“Ha sido un día muy complicado, la verdad es que había que tener cuidado. He perdido mucho tiempo. Nibali ha estado en el sitio exacto en el segundo sector, que es cuando se ha roto el grupo. He salvado el día sin caídas. Ya llegará mi terreno”, afirmó Contador, quien se vio desbordado y además sin compañeros en los últimos tramos.
Al cierre Nibali, Jakob Fuglsang, su compañero, y Boom se habían escapado al frente, pedalearon y pedalearon, mientras atrás el pelotón estaba completamente despedazado.
Entonces el holandés dejó atrás a los de Astana para ir solo hacia la victoria en el último tramo de pavés de la jornada y nadie lo detuvo. “Durante años he soñado con una París-Roubaix con lluvia y he logrado mi sueño en el Tour, justo nueve años después de la última victoria de un holandés en el Tour. Ha sido un día muy especial”, aseguró el ganador.
A diecinueve segundos entraron Fuglsang y Nibali, sin duda el otro gran vencedor del día.

Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
@dvargasLR







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