Naciones acreedoras del FMI querrían poder de veto a préstamos
Bloomberg | Miércoles 21 septiembre, 2016
Los países que otorgan líneas de crédito bilaterales al Fondo Monetario Internacional (FMI) quieren el poder para vetar préstamos derivados de esos acuerdos precautorios, según personas familiarizadas con las deliberaciones.
El FMI ha mantenido conversaciones con más de 30 países que pusieron $393 mil millones a disposición del Fondo en 2012 a través de líneas de crédito bilaterales, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque las negociaciones son privadas. La entidad crediticia con sede en Washington se propone extender algunas de esos préstamos que vencen a fin de este año.
Con anterioridad a las reuniones anuales del FMI del mes próximo, se está creando un consenso para renovar las líneas crediticias, siempre que la junta ejecutiva del FMI apruebe la estructura de gobernanza que exigiría la aprobación de las naciones acreedoras antes de desembolsar el dinero, dijo una de las personas. La salvaguardia en discusión le conferiría a la nación acreedora la opción de retirar el apoyo para el uso de su línea de crédito.
El FMI, creado durante la Segunda Guerra Mundial con el objeto de supervisar el sistema monetario mundial y promover los mercados abiertos, hoy cuenta con cerca de $1,3 billones a su disposición para prestar a países con dificultades en su balanza de pagos.
La entidad tiene tres fuentes de capital. Se fondea principalmente a través de la cuota que paga cada país y también tiene acceso a reservas permanentes de crédito fondeadas por numerosos países. La tercera fuente, las líneas de crédito bilaterales, nunca fue empleada, pero el FMI la considera una última línea de defensa fundamental en caso de una calamidad económica internacional.
Tras la crisis financiera, el FMI buscó más capital para satisfacer la demanda creciente de sus préstamos. En 2012, más de 30 naciones aumentaron sus líneas de crédito bilaterales, encabezadas por Japón, Alemania, China y Francia.
El nuevo proceso de aprobación sería similar al que tuvo lugar para el Nuevo Acuerdo de Préstamos (NAB, por su sigla en inglés), una reserva permanente de alrededor de $255 mil millones, dijo una de las personas. De acuerdo con las disposiciones de NAB, el dinero puede circular una vez que los países que representan el 85% de las contribuciones a ese crédito dan su consentimiento.
La propuesta es liderada por Alemania, que también quiere que la carga de financiamiento del FMI se reparta más ampliamente entre las 189 naciones miembro del Fondo, dijeron las fuentes. Las conversaciones están avanzadas y es posible que se haga un anuncio con ocasión de los encuentros anuales del FMI en Washington del 7 al 9 de octubre, agregaron.
El mes pasado los líderes del Grupo de los 20 (G-20) comprometieron su apoyo para mantener las líneas de crédito bilaterales del Fondo “en sintonía con el objetivo de preservar la actual capacidad de préstamos del FMI”. También abogaron por una “amplia participación de los miembros del FMI, incluso a través de nuevos acuerdos”.
Después de la reunión del G-20, Christine Lagarde, titular del FMI, dijo que se sentía “reconfortada” por la decisión de los líderes del grupo de mantener las líneas de crédito bilaterales.