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NACIONALES


Modernización portuaria en el Caribe tiene "plan B"

Iniciativa incluye el rompimiento del límite de endeudamiento de Japdeva y reformas a la convención colectiva

Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Martes 08 septiembre, 2009


La modernización de los muelles de Limón
La modernización de los muelles de Limón —que incluye una mejora de los predios de descarga como el de la fotografía— se pretende realizar mediante el modelo de concesión, pero el Gobierno ya maneja un “plan B” en caso de que su propuesta no tenga aceptación por parte de los trabajadores portuarios. El plan alternativo que estudia el Ejecutivo incluye la movilización de al menos 600 empleados portuarios a otras instituciones estatales que operan en la región Caribe del país. Jimmy Córdoba/La República


Aunque en el Gobierno afirman que van con todo en su intención de entregar la modernización de los muelles de Limón y Moín a una empresa privada, no se confían por completo.

Por eso diseñaron un “plan B” que ejecutarían en caso de que los muelleros rechacen la propuesta estatal de dar a un tercero la ampliación, equipamiento y operación de los puertos.

Para persuadir a los trabajadores, la Administración ofreció distribuir, entre los poco más de 1.200 funcionarios, una indemnización de $138 millones. La propuesta será discutida el 9 de octubre.

Si los empleados aceptan la oferta, la autoridad portuaria caribeña tendría luz verde para sacar el concurso para escoger a la empresa que asumirá los puertos.

Al contrario, si los muelleros se oponen entonces empezará la transformación de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) para eliminarle los obstáculos que le impiden agilizar la operación de los muelles.

Hasta ayer, el sindicato se mantenía firme en que Moín y Limón seguirán en operación del Estado “por soberanía y porque legalmente no es posible dar a la empresa privada las estructuras portuarias actuales”, adelantó Ronaldo Blear, portavoz de los trabajadores.

Como primera medida, el “plan B” estatal contempla la movilización horizontal de al menos 600 trabajadores portuarios a otras instituciones del Caribe, adelantó Francisco Jiménez, presidente ejecutivo de Japdeva.

“Hay que dejar claro que no se va a despedir a nadie; si el presidente (Oscar Arias) le ha insistido al sector privado que traten en lo mayor posible de no despedir personal, nosotros debemos predicar con el ejemplo”, dijo Jiménez.

Para fijar el número de empleados que trasladará, Japdeva se basó en un estudio de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), expuso el jerarca portuario.

Tajantemente el representante de los trabajadores portuarios adelantó que el gremio no permitirá la salida de “un solo compañero” y desmintió que tengan exceso de personal. “Con decirle que en el último año la Contraloría nos aprobó 195 plazas, lo que convirtió a Japdeva en la institución que más personal contrató”, afirmó Blear.

Otra de las medidas sería solicitarles a los diputados que reformen la ley creadora de Japdeva, de manera que se le permita a la institución solicitar créditos para tecnología y ampliar las instalaciones.

Desde su constitución Japdeva tiene un techo de endeudamiento de ¢1 millón anual, monto con el cual, dijo Jiménez, “no alcanza ni para comprar el papel que consume la institución al año”.

Esa iniciativa tiene el respaldo del sindicato y más bien su gremio considera que el límite de endeudamiento es una de las barreras que ha tenido la institución portuaria para modernizarse. En ese sentido Blear propuso que se le permita a Japdeva endeudarse hasta en un 80% del valor de sus activos.

Como tercera acción, el “plan B” promueve cambios a la convención colectiva de Japdeva, en caso de que quede en manos del Estado la responsabilidad de modernizar los muelles del Caribe.

Las variantes irían enfocadas a exigir a los empleados portuarios a trabajar los 365 días del año, las 24 horas, para mejorar la eficiencia del puerto. Además sería indispensable para contratar maquinaria.

Sobre esto, Jiménez explicó que la convención establece que el equipo estratégico, como las grúas, solo puede ser operado por trabajadores de Japdeva, lo cual impide negociar leasings.

Al margen del pulso, los exportadores solicitan que se realicen las inversiones necesarias para eliminar la congestión. “No importa si la modernización se da con inversión privada, estatal o mixta, necesitamos tener puertos más competitivos”, dijo Mónica Araya, presidenta de la Cámara de Exportadores.

TRES ANGULOS

Francisco Jiménez

Presidente Japdeva

Lo conveniente es que sea la empresa privada la que modernice los puertos porque entre salarios, inversión en desarrollo, pago del muelle taiwanés, becas y gastos administrativos se consume el 92% del presupuesto y solo queda un 8% para inversión.


Ronaldo Blear

Portavoz del sindicato

Dar a la empresa privada la operación de los puertos actuales va en contra de la Constitución Política y solo la Asamblea Legislativa,

mediante reforma constitucional, puede cambiarlo. Ni el Gobierno ni los empleados de Japdeva pueden ceder los muelles.


Mónica Araya

Presidenta de Cadexco

Los muelles de Moín y Limón ya superaron su capacidad. Ejemplo de ello es que actualmente cuando llega un barco por frutas frescas y hay un buque en el muelle descargando acero, se debe suspender el desembarque de este último para atender el que trae perecederos y evitar que se dañen.







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