Mejore su liderazgo a través de la neurociencia
Incae info@incae.edu | Miércoles 30 mayo, 2018
Las empresas en todo el mundo se enfrentan a entornos cambiantes, saber retener y estimular el talento en un contexto como el actual es cada día más difícil. Según la Encuesta Anual de Millenials de Deloitte, aplicada en 36 países, cuatro de cada diez personas de la generación del milenio (nacidos entre 1983 y 1994) planea dejar su trabajo actual en los próximos dos años.
Por eso, los directivos de las empresas deben replantearse su papel y la forma en que gestionan sus emociones y las del grupo. Los avances tecnológicos han permitido conocer más sobre el funcionamiento del cerebro y cómo este puede ayudar a tomar mejores decisiones o a entender mejor las emociones para liderar de una mejor manera. Estos son algunos de los roles del líder en los que se puede aplicar la neurociencia:
1. Crear una visión compartida: la visión no debe definirse por el equipo gerencial en la oficina de CEO, sino que a nivel de grupo. Al involucrar a los miembros de la organización en la definición, se forma un vínculo, se generan emociones positivas, que a su vez producen serotonina en la mente y potencian la sensación de bienestar y el deseo de crecimiento.
2. Diseñar estrategias innovadoras: las estrategias clásicas ya no se consideran innovadoras por sí mismas. Hay que cambiar la mentalidad basada en la eficiencia a una mentalidad de crecimiento, esto se alcanza a través de la neuroplasticidad; es decir, la capacidad del cerebro por reinventarse y crear nuevas conexiones neuronales.
Para desarrollarla se deben buscar nuevos retos y sacar al equipo del círculo de confort; pregúntese constantemente: “¿estoy liderando y haciendo las cosas igual que hace seis meses, solo que un poco mejor? ¿o realmente estoy retando al equipo a hacer cosas diferentes?”
3. Desarrollar y motivar talento: el líder debe desarrollar la seguridad psicológica y lograr que confíen en él. Los empleados deben saber que equivocarse, aportar ideas diferentes y mostrar su lado humano, con sus fortalezas y debilidades, no les genera un peligro.
Tener seguridad psicológica ayuda a que el miedo disminuya, aflore la esperanza y se generen energías positivas en la mente de una persona. El líder debe ser persistente al brindar mensajes que motiven, las mentes de los colaboradores van a creerlos si los escuchan a diario y no una vez al año; pues se necesitan mínimo seis meses para que el cerebro desarrolle un hábito de forma inconsciente.
4. Tomar decisiones: el médico neurólogo António Damásio, asegura que al tomar decisiones se deben combinar la emoción con la razón, la mente y el cuerpo; porque coexisten juntos dentro de nuestro organismo. Considera que tenemos un “marcador somático”, una especie de huella emocional que genera reacción e influye a la hora de evidenciar ciertas conductas y tomar decisiones.
Por eso cada líder debería tener como propósito cultivar emociones positivas para pensar y estar mejor. Recuerde que para ser un buen líder primero debe ser capaz de liderarse a sí mismo, teniendo control sobre sus pensamientos y emociones.
¿Está su mente preparada para ser un mejor líder?
Este artículo se basa en el webinar de ExEd INCAE “Neurociencia aplicada en el liderazgo”, impartido por la Dra. Camelia Ilie-Cardoza.