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Martes, 19 de marzo de 2024



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Mitigar desempleo y reducir alto costo de vida y déficit fiscal son las prioridades del candidato a diputado de la Unidad

Juan Carlos Hidalgo: “Tenemos un país desolado y empobrecido después de dos gobiernos del PAC”

Cifra récord de postulaciones no ayudaría en momentos de crisis

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 18 octubre, 2021


“Pienso que Costa Rica puede aspirar a mejores cosas que un empobrecimiento sostenido de la población”, dijo Juan Carlos Hidalgo, candidato a diputado por San José en la Unidad. Cortesía/La República.
“Pienso que Costa Rica puede aspirar a mejores cosas que un empobrecimiento sostenido de la población”, dijo Juan Carlos Hidalgo, candidato a diputado por San José en la Unidad. Cortesía/La República.


Después de ocho años del PAC al frente del país, Costa Rica está “desolada y empobrecida”, según Juan Carlos Hidalgo, candidato a diputado de la Unidad por el tercer lugar en San José.

Es por ello, que mitigar el desempleo y reducir el alto costo de vida y el déficit fiscal, serían las prioridades del candidato a diputado de la Unidad.

Asimismo, Hidalgo promete impulsar la flexibilización del mercado laboral, reducir el costo del Estado y de la electricidad con una mayor apertura y por supuesto, disminuir impuestos para empresas y ciudadanos, entre otras cosas.

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Costa Rica vive una situación económica compleja, ¿qué tanta responsabilidad tienen los dos gobiernos PAC?

Podemos decir que hay un marcado retroceso en pobreza, desigualdad, empleo y finanzas estatales, a partir del último gobierno del PUSC en el 2002.

En este siglo tuvimos dos gobiernos del PLN que vinieron a abrir la llave del gasto, afectando las finanzas públicas y después vino el PAC con sus administraciones, que son un PLN con esteroides.

Hoy tenemos un país desolado y empobrecido, con un 30% de la población bajo la línea de pobreza, un desempleo del 16%, el crecimiento de la desigualdad y una situación fiscal in extremis que registra una deuda del 74% del PIB.

El país necesita necesita un cambio de rumbo decidido hacia la centro derecha tras ocho años de gobierno del PAC.

Usted habla de un giro a la centro derecha, ¿implica un cierre de instituciones, despido de funcionarios y venta de instituciones?

Necesitamos reformas estructurales importantes, las cuales, se han venido discutiendo desde hace décadas en algunos casos.

Hablamos de flexibilización del mercado laboral, reducir el costo del Estado y de la electricidad con una mayor apertura y por supuesto, disminuir impuestos para empresas y ciudadanos. Necesitamos eliminar regulaciones asfixiantes y también cerrar instituciones que ya cerraron su ciclo como Recope, el CNP y algunas del sector vivienda.

En cuanto a la venta de activos estatales, hay que poner eso al final del camino.

Tenemos una cifra récord de 27 partidos políticos en estas elecciones, ¿es eso bueno para Costa Rica?

Por un lado, nadie se puede quejar por la falta de opciones, a diferencia de lo que ocurre en Nicaragua en donde todos los candidatos opositores están en calabozos.

Sin embargo, mi experiencia como analista en políticas públicas para toda América Latina por 14 años, me lleva a concluir que también es una señal de una democracia disfuncional.

Hoy día tenemos varios partidos socialdemócratas, liberales, evangélicos y socialcristianos y esto demuestra que el sistema está siendo abusado por algunas figuras que ven al sistema político como un negocio y no como un vehículo para hacer propuestas y tratar de gobernar a Costa Rica.

La fragmentación no es buena, lo que ocupamos en un sistema de grandes partidos consolidados, en donde se faciliten los acuerdos.

¿Cree usted que la desigualdad en Costa Rica aumenta de manera acelerada?

La bendición que nosotros tuvimos de ir a una escuela pública y recibir una educación buena se ha perdido. Hoy día, si uno quiere que sus hijos tengan una buena educación, tiene que enviarlos a escuelas privadas.

Si a esto le sumamos el apagón educativo que señala el Estado de la Nación, en donde en los últimos tres o cuatro años los estudiantes no han recibido educación alguna por las huelgas, la pandemia y el acceso a herramientas tecnológicas, entonces podemos decir que la educación y la situación fiscal son los temas más importantes que existen hoy día en Costa Rica.

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Esto es delicado, ya sabemos lo que pasa cuando un porcentaje de la población no logra completar sus estudios. Lo vivimos a principio de los años 80, cuando niños y jóvenes tuvieron que dejar de estudiar para ir a trabajar, lo cual, hizo que Costa Rica tuviera una generación perdida y eso explica en gran medida que hoy un 60% de la población sea mano de obra poco calificada y además la creciente disparidad de ingresos.

La educación es un tema al que hay que ponerle atención. Esta situación no nos va a afectar por años, sino por décadas.

¿Qué le motivó a dejar su trabajo en Estados Unidos para incorporarse en la política?

Al igual que muchos costarricenses yo abjuré de la política en varios momentos de mi vida, incluso llegué a pensar que se trataba de una profesión sucia, donde la gente busca el beneficio propio.

Sin embargo, en política no hay sillas vacías y el hecho de que uno no participe, no implica que esas 57 curules van a quedar vacías.

Entonces, empecé a sopesar las cosas y me di cuenta que Costa Rica tiene las herramientas, las ventajas comparativas para dar el salto al desarrollo en un lapso relativamente corto como lo hizo Irlanda. Costa Rica por su ubicación geográfica, estabilidad política, tradición democrática, por sus bellezas naturales y por tener todavía un alto porcentaje de su población educada, tiene las capacidades para dar ese salto, si tan solo aplicara políticas correctas.

Siempre he estado involucrado en la lucha de las ideas, pero las ideas proponen y es la política la que dispone y por ello, es que tome la decisión de regresar a Costa Rica e involucrarme en la Unidad, el cual, es un partido consolidado y con experiencia.

¿Cuáles son sus propuestas concretas como aspirante a diputado?

Son propuestas que giran en torno a tres pilares que están relacionados entre sí.

Primero generación de empleo. Ya teníamos una situación magra antes de la pandemia con una tasa del 12% y con la Covid-19, se disparó aún más. Se trata de un choque sistémico que implicará que al terminar la pandemia, el desempleo no va a volver a su escandaloso 12%, sino que se va a estabilizar entre un 15% y 18%. Entonces tenemos un serio problema que debemos atender.

El segundo pilar tiene que ver con el altísimo costo de vida. Existen muchos cuellos de botella en la economía, muchas trabas, impuestos, tarifas y servicios monopólicos que encarecen costos.

El último de los pilares es la madre de todos los problemas económicos y es la situación fiscal del país, con un gasto público descontrolado e ineficiente, lo cual, explica mucho de las otras complicaciones.

Usted señala al gasto público como “descontrolado e ineficiente” y la raíz de la situación fiscal, ¿cómo resolverlo cuando un 97% del gasto está relacionado con salarios, transferencias y la deuda y sus intereses?

Una medida por sí sola no va a curar todos los males y por eso, hay que implementar varias acciones.

Por ejemplo, una regla fiscal que ponga un verdadero límite al gasto. Su cumplimiento tiene que ser irrestricto y no saboteado como lo ha hecho este gobierno aduciendo la pandemia. El PUSC y doña Lineth Saborío plantean darle a la regla fiscal que ya tenemos rango constitucional, además de revisar el tema de las sanciones para que no queden los incumplimientos impunes.

Por otra parte, tenemos que hablar de la deuda interna y cambiarla por deuda externa con mejores condiciones y no para financiar más gasto como lo ha hecho esta administración.

También deberíamos estudiar la propuesta de la Contraloría para unificar las cuentas del Estado, para que no ocurra que por ejemplo, el gobierno le dé una transferencia a las universidades, estas no gastan todo la plata y después le prestan al mismo Estado a una tasa del 9%, lo cual, ocurre con varias instituciones estatales. Hay que revisar la deuda interna, no la deuda de los bancos o fondos de pensiones, pero sí la deuda que está en manos de instituciones financieras no estatales.

En cuanto a las remuneraciones hay que hacer una evaluación del desenlace de la ley de empleo público y determinar si se requieren ajustes.

Por último, Costa Rica debe declararle una guerra política a las pensiones de lujo. No debe existir un derecho adquirido sobre la plata de los demás. Esta debe ser un principio básico para una guerra que hay que librar en el Congreso y en la Sala IV.

No podemos enfrentar la situación fiscal con más impuestos.


Perfil


Nombre Juan Carlos Hidalgo
Cargo Candidato a diputado por el PUSC. Tercer lugar San José

Experiencia

  • Analista para el Instituto Cato
  • Director para América Latina en International Policy Network

Formación

  • Estudió International Commerce and Policy en George Mason University
  • Relacionista Internacional por la Universidad Nacional


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