Infecciones nosocomiales
María Luisa Avila avilaaguero@gmail.com | Jueves 16 febrero, 2012

Tricotomía
Algunas infecciones nosocomiales son prevenibles si se cumplen buenas prácticas de atención. Los principios se deben fomentar desde las escuelas de medicina, la adecuada formación profesional y el respeto por las normas y los procedimientos
Infecciones nosocomiales
Este martes 14 de febrero las redes sociales, no solo estaban llenas de mensajes de amor y amistad, sino de discusión en torno al supuesto caso de un estudiante de medicina, que acusaba de racista a la universidad que le impide usar su cabello al estilo dreadslocks.
Rechazo toda manifestación racista por odiosa, deplorable y sin sentido, es una lacra de una sociedad sin principios. Sin embargo, no es un caso de racismo, ya que esta y otras medidas son fundamentales para reducir la incidencia de infecciones nosocomiales (IN), y desde la escuela de medicina deben ser implementadas.
Las IN ocurren en todo el mundo y afectan a los países desarrollados y a los carentes de recursos. Están entre las principales causas de defunción y de aumento de la morbilidad en pacientes hospitalizados. Son una pesada carga para el paciente y para el sistema de salud pública.
Por diferentes vías puede un paciente adquirir una IN: el torrente sanguíneo, tracto respiratorio, tracto urinario, piel y mucosa, entre otras, pero el factor humano es determinante. Las IN son prevenibles, quizás entre el 30% y el 50%, si se cumplen las buenas prácticas de atención. Pero se requiere un sistema que regule las mismas, y no permitir que la inercia y la rutina del trabajo sean la base del sistema de aprendizaje en que las prácticas son transmitidas de una generación a otras, sin la actualización de los conocimientos. Aunque no todas las IN son prevenibles, existen una serie de medidas generales reconocidas como efectivas para el control y prevención de la mayoría de ellas que tienen impacto reconocido en su reducción: vigilancia epidemiológica, uso profiláctico y terapéutico de los antibióticos, lavado y antisepsia de las manos, desinfección y esterilización, aislamiento hospitalario, asepsia y antisepsia y educación continuada al personal.
Raras veces se discute sobre los aspectos éticos de las IN, parecen ser tan ordinarias que es difícil pensar tuvieran implicaciones éticas.
Sin embargo, un número importante de IN se producen por obviar normas que conllevan violaciones de los principios éticos, recogerse el cabello, lavarse las manos, usar las uñas cortas y sin acrílicos, no usar anillos, respetar las normas se vuelve fundamental.
Una simple negligencia en el adecuado lavado de manos antes de atender un paciente puede llevar mayores complicaciones o la muerte. Desconocerlas, irrespetarlas e ignorarlas denota descuido en el ejercicio de la profesión y por nuestra principal razón de ser: nuestros pacientes.
Los principios se deben fomentar desde las escuelas de medicina, la adecuada formación profesional y el respeto por las normas y los procedimientos se inculcan desde el inicio.
Sir William Osler, padre de la medicina occidental, decía que agua, jabón y sentido común son los mejores desinfectantes. Lastimosamente a veces sobran el agua y el jabón, pero se carece de sentido común.
María Luisa Avila
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