IA lleva a ganaderos ticos a un nuevo nivel

A través de la Inteligencia Artificial (IA) los ganaderos ticos están llevando su producción a un nuevo nivel de competencia, productividad y de mayores ingresos.

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Collares especiales, medidores, drones y sensores especializados, son algunas de las nuevas herramientas utilizadas para monitorear la salud de los animales, determinar la calidad de la comida y aplicar una trazabilidad en todo el proceso, entre otras tareas.

Esta última es particularmente importante porque permite una mejora continua en los índices de producción, control sanitario y adopción de medidas basadas en la condición real de los animales.

Se trata de herramientas que usan la IA, como los collares, que tienen un costo que oscila entre ¢125 mil y ¢175 mil por cabeza de ganado y que permitirían mejorar la productividad en porcentajes variables dependiendo de la tecnología y la inversión en ésta.

“La implementación de tecnología para el cuidado de los animales de producción ayuda al monitoreo y detección temprana de problemas de salud en el ganado, permitiendo al sector ofrecer productos seguros y de calidad a la población”, explica Luciano Lobo, director de la Unidad de Ganadería de la firma MSD Animal Health.

Asimismo, los medidores que permiten relacionar el contenido de clorofila con el de proteína cruda, permiten al ganadero conocer las variaciones que presenta el forraje dentro de un potrero y de este modo analizar mejor los componentes y calidad del pasto que es digerido por el rumiante para prevenir problemas relacionados con su digestión.

“De igual forma, el uso de drones con cámaras específicas ayuda a estimar la producción de biomasa disponible, dando un valor de composición que permite al nutricionista animal realizar un balance nutricional diario, optimizando su producción”, explica Rodolfo WingChing-Jones, investigador de la escuela de Zootecnia de la Universidad de Costa Rica.

Otros equipos como collares especiales permiten registrar la actividad del ganado en aspectos relacionados como su locomoción, así como otros que registran automáticamente su producción láctea y retiradores automáticos de pezoneras, a efectos de evitar un sobreordeño que dañe la ubre y prensas de sujeción para labores específicas que mitigan el estrés en animales.

El costo de implementar estas tecnologías ha marcado una barrera entre los ganaderos con acceso a tecnología y los que están al margen de las nuevas tendencias.

Es por ello, que los expertos piden al Gobierno una mayor intervención por parte de las instituciones competentes a través de subsidios u otros incentivos, sobre todo para los pequeños y medianos productores.

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En este sentido, Costa Rica cuenta con un sistema de extensión agropecuaria apoyada por el Estado que ha permitido desarrollar programas de capacitación y seguimiento a los planes de finca de las personas que solicitan estos servicios a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería, confirma Jorge Segura Guzmán, coordinador del Programa Nacional de Ganadería.