Estrés se convierte poco a poco en epidemia, ¿cómo evitarlo con 7 consejos?

Gracias al creciente número de casos, el estrés se está convirtiendo en una preocupación a nivel mundial, a tal punto que para el 2030 este padecimiento de salud mental se convertiría en la principal causa de incapacidad l y Costa Rica no es la excepción.

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En 2023, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) reportó que 1.207 personas fueron hospitalizadas por trastornos relacionados con el estrés, a la vez que el número de casos en consulta pasó de 88 mil en 2022 a 102 mil el año pasado, lo que implicó un 15% de aumento.

Esteban Carvajal, psicólogo clínico del Hospital Clínica Bíblica, señala que el crecimiento que reportan las autoridades podría explicarse por la decisión de las personas de hablar más abiertamente del tema, sin embargo, señala que todavía sigue siendo un tabú, por lo que no se conoce el verdadero tamaño del problema.

“Cada vez ganamos más terreno en el sentido de que las personas están teniendo más conciencia y ya no les da tanta vergüenza decir que tienen ansiedad, estrés o que están pasando por un cuadro de depresión, incluso entre las personas de género masculino; sin embargo, todavía sigue siendo un tabú y por ello no sabemos a cuánta gente afecta", explicó Carvajal.

Lo que sí se conoce con exactitud son los graves problemas que se derivan del estrés: cardiopatías, problemas de azúcar, mala alimentación, trastornos digestivos, debilitamiento del sistema inmunológico, trastornos del sueño, ansiedad y depresión son tan solo algunos de los problemas que se derivan de un estrés mal manejado, agrega Magaly Ramírez, encargada del Departamento de Bienestar Estudiantil y Acción Social de la Universidad Empresarial Sede Central Palmares.

La experta señala varios consejos que debe seguir una persona estresada para manejar sus emociones y tener una vida saludable, a la vez que destaca la necesidad de desarrollar una política pública que promueva una “educación emocional”.

“La promoción de una educación emocional en la población es esencial para enfrentar esta crisis. Obtener recursos para la regulación emocional y el afrontamiento de crisis, así como fomentar estilos de vida más saludables, puede generar factores protectores contra el estrés. La educación emocional puede proporcionar herramientas vitales para manejar las emociones y reducir los efectos negativos del estrés”, dijo Ramírez.

En ese sentido, los expertos señalan la necesidad de modificar los hábitos laborales y otros para enfrentar las situaciones estresantes de una forma saludable.

Por ejemplo, organizar las tareas y establecer prioridades claras ayuda a planificar tu día de manera realista y evitar la sobrecarga de actividades.

Por otra parte, la actividad física es crucial para liberar endorfinas, conocidas como “hormonas de la felicidad”. En este caso, el consejo es realizar ejercicio regularmente, ya sea caminando, nadando o haciendo yoga.

La meditación, la respiración profunda y la atención plena (mindfulness) son herramientas efectivas para calmar la mente y relajar el cuerpo, son tan solo algunos de los consejos.

Finalmente, si aún así la persona siente que el estrés está afectando de manera significativa su vida, no debe dudar en buscar ayuda profesional.

“La primera condición para manejar el estrés es concientizarlo. Es darnos cuenta de, ¿qué es lo que te contrae? y ¿qué es lo que te expande? ¿cuáles son las condiciones, la situación, las situaciones que hacen que ese mecanismo se dispare? y ¿cuáles son las situaciones en donde la paz, la tranquilidad y el bienestar te envuelven?”, agregó Carolina Paris, psicopedagoga de UCIMED.

Los problemas de estrés pueden surgir del trabajo, pero también pueden tener otras fuentes, como, por ejemplo, la falta de dinero y hasta las dificultades para socializar.

“Yo lo atribuiría a una serie de factores que la población empezó a experimentar postpandemia. Estamos hablando de la pérdida de trabajos a causa de la pandemia, nuevos inicios y nuevos proyectos que necesitan un tiempo prudencial para poder ver los resultados de las inversiones previas; asimismo, hay muchos miedos irracionales a volver a enfermar y a socializar. La pérdida de seres queridos en la pandemia y la inestabilidad económica son complicaciones”, dijo Álvaro Solano, psicólogo de la Universidad Fidélitas.