El Hobbit acaba con espectacular batalla
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 22 diciembre, 2014
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El Hobbit acaba con espectacular batalla
Casi 20 años después de comenzar a trabajar en las obras de Tolkien, Peter Jackson cierra las dos trilogías y lo hace con el más espectacular pero también el menos sorprendente de los seis largometrajes. Internet / La República
El Hobbit se acaba tras tres largometrajes y casi 8 horas de imágenes y lo hace de forma espectacular, con una batalla épica, intensa y muy bien rodada pero tan larga que el resto de la historia que cuenta esta tercera entrega se queda en una mera anécdota.“The Hobbit: The Battle of the Five Armies”, el cierre de la trilogía que el neozelandés Peter Jackson ha dedicado al pequeño libro en el que J.R.R. Tolkien narró las aventuras de Bilbo Baggins y sus amigos enanos, junto a los elfos y contra los orcos, un avance de un mundo que desarrollaría en “The Lord of the Rings”.
Y para acabar con el capítulo Hobbit, Jackson ha puesto en pie la más apabullante y estética de las batallas de la Tierra Media, con un espectacular despliegue de efectos especiales y un trepidante montaje que se detiene con minuciosidad en las luchas individuales de los principales protagonistas con sus enemigos.
Pero que pierde intensidad en las escenas más multitudinarias, que se reducen a planos cenitales en los que brilla por encima de todo el atuendo dorado de los elfos y sus largas melenas rubias sobresaliendo de sus cascos.
La mayor parte del metraje se centra en esa gran batalla de los cinco ejércitos —humanos, enanos, elfos, orcos y trasgos— que da título a la película, y menos en las aventuras emocionales de los personajes.
Esa parte más sentimental que estaba muy presente en las dos entregas anteriores del Hobbit se reduce ahora al triángulo amoroso formado por el enano Kili (Aidan Turner), la elfa Tauriel (Evangeline Lilly) y el elfo Legolás (Orlando Bloom), o a las dudas existenciales del rey Thorin (Richard Armitage).
Jackson ha sacrificado la emotividad por el espectáculo, lo que hace que las pocas escenas que no son de lucha, destaquen más.
Madrid / EFE