El tiempo en la política

Jonathan Prendas Rodríguez

Analista político

Según la OCDE, Costa Rica lideró en los años recientes uno de sus índices más importantes, lamentablemente no fue otro más que el del desempleo.

Contrario a lo que algunos dirían fue a causa de la pandemia, cuando la verdad es que la visión de lo público llevada adelante por quienes estuvieron recientemente en el poder frenó toda posibilidad de desarrollo y bienestar.

Esa puede ser considerada ya como la época perdida de Costa Rica. Esos 8 años para ser exactos, no ayudaron en nada al país, lo complicó todo, la pobreza aumentó y el desempleo se disparó.

Es por eso que el tiempo, cuando se habla de política, tiene una connotación distinta, tiene más peso por sus consecuencias, las inacciones y las equivocaciones que dejaron al país en malas condiciones.

De igual forma, ese mismo tiempo en la política da espacio para que, en pocos meses, se pueda dar un golpe de timón, pues sacar al país adelante es cuestión de voluntad.

Un claro ejemplo es la adhesión a la OCDE, inició en el 2010, se avanzó bien por unos años y luego entró la época perdida, que se revirtió cuando desde la Asamblea Legislativa se aceleró el trabajo y se decidió entrar, lo logramos respetando todas las directrices de la organización en tan sólo 18 meses.

No se trata de creer que seremos una de las 8 economías desarrolladas del mundo o que seremos punta de lanza de la transformación digital en poco tiempo, se trata de cambiar el rumbo, de ofrecer oportunidades y de darle esperanza a la gente. Eso se logra con decisión y voluntad.

En la política hay dos escenarios más que reales. O se trabaja bajo el concepto de postergar el caos no haciendo nada o haciendo una cosa cada tanto para que se vean "avances" a la vez que la lista de problemas sigue siendo grande, o se plantea gerenciar el gobierno, apostar por administrar con eficiencia y avanzar lo más rápido posible.