El cáncer terminal de la multipropiedad de equipos

La multipropiedad en un campeonato de fútbol es un tumor maligno, que rápidamente se debe extirpar.

El peor ejemplo de este cáncer que corrompe la competencia es muy cercano a nuestro entorno, porque lo pone en práctica desde hace muchísimas temporadas la liga mexicana.

En México, algunos empresarios cuentan con más de un equipo en Primera División. Es decir, empresarios o grupos de inversionistas que son dueños de más de un equipo en la misma competición.

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Televisa, dueña del América, fue la gestora de este pésimo ejemplo que se presta para todo tipo de especulaciones. Poco a poco la empresa de televisión se fue desprendiendo de la propiedad de varios clubes y se quedó solo con las Aguilas del América.

Otros empresarios también se quedaron con solo un equipo. Sin embargo, para la temporada 2023 existen tres Grupos, propietarios de dos clubes en la Liga MX, y de otros en la Liga de Expansión por lo que el tumor persiste.

Grupo Pachuca: dueños de Pachuca y León.

Grupo Orlegi: dueños de Atlas y Santos Laguna.

Grupo Caliente: dueños de Xolos de Tijuana y Gallos Blancos de Querétaro.

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Cabe recordar que una de las propuestas que ha señalado el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, es que la situación de la multipropiedad se tiene que acabar antes del Mundial 2026, que cada equipo tenga un solo propietario y eso incluye a países como México; sin embargo, hasta el momento no existe algún reglamento que regule la posesión de los equipos.

Mikel Arriola, presidente de la Liga MX es el principal abanderado de la propuesta de Infantino y está decidido a que la multipropiedad desaparezca del fútbol mexicano antes del próximo Mundial, donde serán sede compartida con Canadá y Estados Unidos.

El caso que más preocupa hoy en el fútbol mexicano, con el tema de la multipropiedad, tiene que ver con el magnate Jorge Hank Rhon, presidente del Grupo Caliente, dueño como dijimos de Xolos y Gallos Blancos en la Liga MX y Dorados en la Liga de Expansión.

Hank es además propietario de varias casas de apuestas, lo que da paso a todo tipo de especulaciones, difíciles de probar, sobre arreglo de resultados de los equipos del que es propietario, que supuestamente le deja ganancias millonarias en las salas de apuestas.

Lamentablemente, al fútbol costarricense ya llegó este tumor que enferma y contamina la competencia de la liga mexicana, y lo comentaremos mañana.

gpandolfo@larepublica.net