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Educación contra competitividad

Fabio Parreaguirre fparreaguirre@larepublica.net | Jueves 17 abril, 2014


La educación debe mejorar respecto a la eficiencia y competitividad, poder medir estos indicadores para reflejar la fuerte inversión que se hace en ella sería una ventaja. Archivo/La República


Inversión equivale a la de Primer Mundo, pero resultado no se evidencia

Educación contra competitividad

A pesar de alta inversión, las capacidades de los egresados son bajas

Medir la eficiencia y competitividad en nuestras escuelas, colegios y universidades para justificar la alta inversión en la educación, podría ser un paso importante en lo que respecta a estos tiempos en que el dinero es escaso en el Gobierno.

Las capacidades e instalaciones de nuestros aulas están muy por debajo de los estándares internacionales, según las mediciones del certamen Pisa.
En lo que a calidad en educación se refiere, las ciencias y matemáticas suponen un reto mayúsculo debido al rezago en la formación de los estudiantes.
Pero los malos resultados tienen un origen distinto al de falta de dinero.
En las últimas dos décadas, el país aumentó en 5,3 veces la inversión en la educación, señalaron Ronulfo Jiménez y Gilberto Arce ambos economistas miembros de la Academia de Centroamérica en un evento la semana pasada, donde se conversó sobre los datos de la educación pública, su eficiencia y desempeño en el gasto nacional.
Este año incluso el Ministerio de Educación no recibió el 8% que le entrega la Constitución como mandato, y el Ministerio de Hacienda aseveró que la razón es porque no existe el dinero para compensar las finanzas públicas, sino que es suficiente con el 7,2% que se le asignó para este 2014.
En el pasado nuestro país alcanzó avances importantes en los últimos años en materia educativa, pero hay yerros persistentes en el enfoque de la enseñanza de cara a los retos del futuro que ponen el panorama pesimista, siendo algo que afrontará la próxima administración, como parte del cambio.
Así lo demuestra el Informe del Programa Internacional para la evaluación de estudiantes conocido como PISA, que se hace con el objetivo de determinar si los jóvenes tienen las habilidades y conocimientos para enfrentar las obligaciones de la actualidad.
Los resultados para nuestro país no son favorables en materias esenciales como matemáticas, ciencias o compresión de lectura, básicas por el modelo de desarrollo que tenemos y por las circunstancias laborales que existen hoy en el mundo y a futuro.
Las cifras así lo evidencian según esta evaluación en matemáticas Costa Rica ocupa el lugar 56 de 65 países.
En ciencias el panorama no cambia, el 40% de los estudiantes se ubica en el nivel dos de seis, lo que significa que son jóvenes con limitado conocimiento científico, que solo pueden aplicar a situaciones muy específicas.
Y si hablamos de un segundo idioma, más de la mitad que presenta inglés viene de colegios con calificación menor al 70%.
“Es importante entender que gastar por gastar o asignar por asignar, no es el objetivo, eso es muy fácil, se debe gastar bien, tener metas claras de cobertura de lograr universalización, metas de competencias, de eficiencia, tener mejores condiciones”, indicó Jiménez.
Dar los recursos no es todo lo que hace falta es un contrato de resultados para medir las coberturas en la educación.

Fabio Parreaguirre
fparreaguirre@larepublica.net
@fabiopLR







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