Dureza en sus canciones
| Martes 24 noviembre, 2009
Dureza en sus canciones
Marcello Pignataro
Para La República
Disco: Karma
Artista: Winger
En 2006 Winger sacó su cuarto disco de estudio (apropiadamente llamado IV). Sin embargo, fue hace más de 20 años que el grupo apareció en la escena musical con su disco homónimo, del que salieron las inolvidables “Madeleine”, “Seventeen” y “Headed for a heartbreak”. Luego vino el sencillo “Miles away” del disco In the heart of the Young (1990) y…¿Y?
Kip Winger, bajista y cantante, al principio enfrentó muchas críticas porque nadie lo consideraba buen bajista, sino una cara bonita que cantaba aceptablemente. En este nuevo disco, si bien Winger no se “casa” con ningún género musical específico (aunque siempre orientado al hard rock), sorprende con la dureza de sus canciones. La canción que abre el disco, perfectamente pudo haber sido ubicada en un disco de Mötley Crüe. Igual ocurre con “Stone cold killer”, segundo track.
Como buena banda ochentera, no pueden faltar las baladas (“Always within me” y “Witness”), que le confirman ese toque del hard rock mechudo de hace muchos años. Destaca también “Supernova”, en la que Kip se luce con el bajo.
Marcello Pignataro
Para La República
Disco: Karma
Artista: Winger
En 2006 Winger sacó su cuarto disco de estudio (apropiadamente llamado IV). Sin embargo, fue hace más de 20 años que el grupo apareció en la escena musical con su disco homónimo, del que salieron las inolvidables “Madeleine”, “Seventeen” y “Headed for a heartbreak”. Luego vino el sencillo “Miles away” del disco In the heart of the Young (1990) y…¿Y?
Kip Winger, bajista y cantante, al principio enfrentó muchas críticas porque nadie lo consideraba buen bajista, sino una cara bonita que cantaba aceptablemente. En este nuevo disco, si bien Winger no se “casa” con ningún género musical específico (aunque siempre orientado al hard rock), sorprende con la dureza de sus canciones. La canción que abre el disco, perfectamente pudo haber sido ubicada en un disco de Mötley Crüe. Igual ocurre con “Stone cold killer”, segundo track.
Como buena banda ochentera, no pueden faltar las baladas (“Always within me” y “Witness”), que le confirman ese toque del hard rock mechudo de hace muchos años. Destaca también “Supernova”, en la que Kip se luce con el bajo.