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Jueves, 25 de abril de 2024



NACIONALES


Complicada lucha

Bernal Rodríguez brodriguez@larepublica.net | Viernes 23 noviembre, 2012


niños se enfrentan a las peores condiciones higiénicas, ya que las aguas sucias que vierten los vecinos corren frente a las casas, lo que suelta olor a podredumbre.


Gran parte del dinero invertido en programas sociales no cumple su función

Complicada lucha

Hay más pobres que hace cinco años

Si los destinos de los fondos públicos fueran medidos con una calificación académica, se podría decir que lo asignado a combatir la pobreza por las instituciones estatales aprobaría el curso, ya que casi un 80% de estos fondos se invierte en programas para reducir el número de personas pobres.

Sin embargo, año con año la población vulnerable va en aumento en vez de disminuir ,como es el objetivo de las instituciones sociales y sus presupuestos, según datos del Estado de la Nación 2012.
La pobreza se define como el ingreso por debajo del costo de la canasta básica, que actualmente es de ¢96 mil mensuales por habitante en el área metropolitana.
Los malos resultados se deberían a dos factores, por un lado que los dineros destinados a esta lucha contra la pobreza no sean suficientes, y por otro que las acciones implementadas no sean las adecuadas.
Durante 2010 y 2011, del total de dinero asignado a 12 instituciones públicas —las cuales son responsables de llevar a cabo las acciones estratégicas del área de bienestar social según el Plan Nacional de Desarrollo—, alrededor del 80% de los fondos fue destinado a programas sociales, el restante 20% correspondió principalmente a salarios y gastos administrativos. Sin embargo, los resultados indican que los objetivos no se cumplen.
Durante los primeros ocho años de la década anterior, el nivel de la población en pobreza fue en promedio del 19% de los habitantes, pero durante los tres siguientes años la cifra pasó al 23%.
Dado que el Gobierno ya está gastando alrededor de $1 mil millones al año, más de lo que ingrese, es poco probable que dedique más dinero a combatir la pobreza.
Otra opción es analizar por qué los recursos actualmente destinados a ayudar los pobres no tienen los resultados deseados.
En algunos casos, como los de Inder, Conai e Inamu, casi todo el presupuesto del programa social, es gastado en salarios de los burócratas, que lo administran, así que se cuestiona para qué existen.
En el caso de otros proyectos, se transfiere la mayoría de los recursos en programas, que deben impactar en la población meta.
El problema es que los datos de la pobreza, indican que el impacto no es adecuado.

Bernal Rodríguez
brodriguez@larepublica.net

Circunvalación Norte mejoraría vida de tugurio, si se construyera

Carretera de la esperanza

Mientras tanto, 3 mil personas viven en condiciones espantosas


Por los rincones del precario Triángulo de Solidaridad, en San Gabriel de Goicoechea, se comentaba con alarma el suicidio de un muchacho de la comunidad de apenas 16 años, el lunes de la semana pasada, cuando un equipo de LA REPUBLICA los visitó para conocer el sentir de sus habitantes ante el anuncio de que pronto iniciará el concurso para la construcción de la fase norte de la carretera de Circunvalación.
Ese es el momento que han estado esperando por años, ante el compromiso del gobierno de que en vez de tirarlos a la calle para poder construir el camino —pues están situados por donde pasará la vía—, más bien les sustituirán las frías casas de latas y madera que han habitado por más de una década, por cálidas casas de concreto.
Por ello en la comunidad hablan de la “carretera de la esperanza” cuando se refieren a la Circunvalación Norte, pues la ven como el empujón que han esperado por años para poder ofrecer mejores condiciones a sus hijos que los alejen de los problemas sociales y económicos que llevaron a su joven vecino a atentar contra su vida.
Si todo sale como está planeado, la construcción de las torres habitaciones a donde se pretende trasladar a las familias del Triángulo de Solidaridad que cumplan los requisitos de ley, iniciaría el próximo año, paralelamente con la construcción de la carretera capitalina.
Mientras tanto, se trata de unas 3 mil personas, la mayoría de origen nicaragüense, con niños nacidos en este país, que viven en el Triángulo de Solidaridad, cuyo nombre es un comentario irónico sobre un plan de hace diez años de erradicar la pobreza.
El asentamiento fue creado el 25 de agosto de 2001 es un terreno de casi 28 mil metros cuadrados que tenía destinado el Estado para completar la Circunvalación, un camino que lleva dos décadas de espera.
La Circunvalación Norte es un paso de unos cinco kilómetros que conectará la Uruca con Calle Blancos. Su importancia es vital tomando en cuenta que ayudará a descongestionar el centro de la capital de los camiones que viajan a dejar y traer productos a los puertos del Caribe.


Danny Canales
dcanales@larepublica.net

 







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