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Código Oficina: Fases previas al "burnout"

Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Jueves 25 agosto, 2011





Fases previas al “burnout”

En la actualidad muchos trabajadores se ven aquejados por el agotamiento laboral, una manera de evitarlo es detectar sus etapas

El agotamiento laboral también conocido como “burnout” es común en la actualidad, un padecimiento que no se da de la noche a la mañana, por el contrario, se dice tiene etapas previas que pueden alertar.
Este agotamiento se presenta como pereza, desgano o falta de voluntad para el trabajo y puede afectar a cualquier persona en tres áreas que son la energía, el grado de compromiso y la efectividad del trabajo, así como otras alteraciones psicosomáticas, según comentó la psicóloga Shirley Garita.
“Para llegar a este nivel el trabajador pasa por varias fases, en un primer momento está lleno de ilusiones, expectativas, necesidades y energías respecto de su trabajo. Luego hay una fase de desilusión, donde se muestra desorientado y confuso, pero aún sigue pensando en trabajar duro para conseguir el éxito”, comentó.
A estas etapas sigue la frustración, que se caracteriza por la irritabilidad, la falta de entusiasmo y la desatención de las responsabilidades.
La última fase del agotamiento laboral es la desesperación, que es cuando el colaborador tiene la sensación de que nada vale el esfuerzo, aparece un sentimiento de fracaso, de apatía y se tiende al aislamiento.
“Si esta última fase se prolonga en el tiempo, generará niveles de estrés y ansiedad que sobrepasarán la capacidad de respuesta de la persona y allí aparece el ‘burnout’”, comentó Garita.
El sitio especializado en temas laborales monster.com, plantea cinco etapas que, según determinó, las personas habían pasado antes de llegar al agotamiento, entre ellas menciona “luna de miel” donde se presenta alto entusiasmo hasta llegar a la “rendición”.
El problema del “burnout” afecta directamente a la empresa, ya que baja la productividad y se puede llegar a perder personal.
La recomendación de Garita para los jefes es que deben estar atentos a los mensajes que envían sus colaboradores, entre ellos, las emociones negativas y problemas interpersonales, el no manejar adecuados niveles de empatía con sus compañeros, se sienten frustrados, ansiosos, enojados o deprimidos y algunos casos tienden a crear ambientes negativos.
También es común el rendimiento inferior al promedio, por ejemplo el empleado se esfuerza en las tareas únicamente cuando el jefe está presente y pierde el entusiasmo por los proyectos, mostrándose, por lo general, poco identificado con la empresa. Falla en la puntualidad, llega tarde, demora las respuestas a las consultas telefónicas o correos electrónicos.

Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net






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