Capitalismo de compadrazgo
Juan Manuel Villasuso jmvilla@racsa.co.cr | Martes 29 julio, 2008

Capitalismo de compadrazgo
Juan Manuel Villasuso

William Baumol, de la Universidad de Nueva York, Robert Litan y Carl J. Schramm en el libro “Buen Capitalismo, mal Capitalismo y la Economía del Crecimiento y la Prosperidad” consideran cuatro tipos de capitalismo:
• Capitalismo guiado por el estado. El gobierno conduce la economía, decide qué actividades fomentar, controla los bancos y promueve las exportaciones. A este tipo de capitalismo se acercan China, India y otras economías del sudeste asiático.
• Capitalismo de grandes empresas. Es la versión de Europa Occidental, Corea del Sur, y en buena medida Japón y Estados Unidos. Su núcleo son las grandes corporaciones, que dedican sus ingresos a mejorar productos y servicios pero que han reducido la inversión en investigación y desarrollo.
• Capitalismo del emprendedor. Se observa en Irlanda, Israel, Taiwán y algunos sectores de Estados Unidos. Está sustentado en las empresas pequeñas e innovadoras. Requiere un ambiente que recompense esa innovación: incentivos, recursos humanos, capacitación y tecnología.
• Capitalismo oligárquico o de compadrazgo. Existe en varios países de América Latina y Oriente Medio. Conjuga el poder económico con el político y crea privilegios para los grupos poderosos. Está diseñado para aumentar la riqueza de unos pocos sin extender los beneficios al resto de la población.
De esos cuatro modelos capitalistas, los autores valoran el capitalismo del emprendedor como el más positivo porque “los innovadores traen nuevos productos, servicios o formas de hacer las cosas y son importantes como agentes para el cambio económico pues mejoran el nivel de vida, elevan la producción y crean empleo”.
A su vez, califican como el más negativo y perjudicial al oligárquico o de compadrazgo, conocido en la literatura económica como “crony capitalism” (capitalismo de los amigos). Esta modalidad de capitalismo está conformada por una mezcla de políticas de mercado y una relación acomodaticia, casi incestuosa, entre los gobernantes, los empresarios y el sector financiero.
En las economías de compadrazgo es difícil determinar la línea divisoria entre las instituciones financieras, las empresas privadas y la jerarquía política. Accionistas y directivos de grupos privados ocupan ministerios o bancos centrales sin solución de continuidad. Las oportunidades de negocios relacionadas con las decisiones del Estado, son aprovechadas preponderantemente por un grupo de empresas pertenecientes a personas afines o amigas del gobierno.
El capitalismo de compadrazgo da prioridad, no al más eficiente y competitivo, sino al que comparte las ganancias. De esa forma, las economías se debilitan por la injerencia política, la corrupción, los tratos preferenciales para los allegados al poder, y el financiamiento de empresas relacionadas con parientes.
Las privatizaciones y las aperturas de mercado proporcionan una excelente evidencia del capitalismo de compadrazgo. Grandes fortunas se han amasado con la venta de un sinnúmero de empresas públicas o con la creación de nuevos monopolios privados. En materia de telecomunicaciones abundan los ejemplos.
Si hoy día quisiéramos clasificar el sistema capitalista costarricense, ¿en qué categoría lo ubicamos?
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