Calambres musculares
| Jueves 04 octubre, 2007
Calambres musculares
Los calambres son contracciones involuntarias en los músculos de las pantorrillas o, menos frecuente, en los muslos, muy dolorosas, de segundos o minutos de duración y que dejan adolorido el músculo.
Son frecuentes al final o después del ejercicio, durante el reposo y durante el sueño.
La pérdida importante de sodio a través de la sudoración o la orina por el uso de diuréticos es causa frecuente de calambres. En estos casos la administración de bebidas con sodio o suero salino los hace desaparecer. También la baja en los niveles sanguíneos de calcio y magnesio se relaciona con calambres.
Otra causa frecuente de calambres es la fatiga de los músculos asociada a mal apoyo de los pies. Los pies planos, con excesiva pronación, son muy propensos a sufrir de calambres nocturnos después de ejercicio.
Un calambre puede ser interrumpido estirando forzadamente el músculo contraído o activando el antagonista (músculo que hace el movimiento opuesto).
Para prevenir los calambres se debe:
- Tomar bebidas hidratantes con líquidos y electrolitos en vez de agua cuando el ejercicio se prolonga más de una hora o lo hacemos en lugares calientes y húmedos.
- Usar plantillas ortopédicas para corregir problemas de apoyo.
- Durante la noche evitar el frío en las extremidades inferiores, ya que este aumenta la excitabilidad muscular. (Meter los pies en agua caliente antes de acostarse y dormir con medias).
- Desprensar las sábanas y cobijas del pie de la cama para que no obliguen los pies a estar en una posición de flexión.
- Tomar 300 mg de sulfato de quinina o quinidina antes de acostarse.
La quinidina es efectiva en personas sedentarias pero no tanto en atletas.
Los calambres son contracciones involuntarias en los músculos de las pantorrillas o, menos frecuente, en los muslos, muy dolorosas, de segundos o minutos de duración y que dejan adolorido el músculo.
Son frecuentes al final o después del ejercicio, durante el reposo y durante el sueño.
La pérdida importante de sodio a través de la sudoración o la orina por el uso de diuréticos es causa frecuente de calambres. En estos casos la administración de bebidas con sodio o suero salino los hace desaparecer. También la baja en los niveles sanguíneos de calcio y magnesio se relaciona con calambres.
Otra causa frecuente de calambres es la fatiga de los músculos asociada a mal apoyo de los pies. Los pies planos, con excesiva pronación, son muy propensos a sufrir de calambres nocturnos después de ejercicio.
Un calambre puede ser interrumpido estirando forzadamente el músculo contraído o activando el antagonista (músculo que hace el movimiento opuesto).
Para prevenir los calambres se debe:
- Tomar bebidas hidratantes con líquidos y electrolitos en vez de agua cuando el ejercicio se prolonga más de una hora o lo hacemos en lugares calientes y húmedos.
- Usar plantillas ortopédicas para corregir problemas de apoyo.
- Durante la noche evitar el frío en las extremidades inferiores, ya que este aumenta la excitabilidad muscular. (Meter los pies en agua caliente antes de acostarse y dormir con medias).
- Desprensar las sábanas y cobijas del pie de la cama para que no obliguen los pies a estar en una posición de flexión.
- Tomar 300 mg de sulfato de quinina o quinidina antes de acostarse.
La quinidina es efectiva en personas sedentarias pero no tanto en atletas.